11/08/2019 . Teatro Ciudad de Marbella. VI Bienal de Flamenco.
Texto: Manuel Malaka l Fotos: Juan Guerrero y VI Bienal de Flamenco de Málaga.
Carmen González ilumina la noche de Marbella
Carmen González presentó este pasado domingo en el Teatro Ciudad de Marbella su último espectáculo, Numen. Ella es una habitual de nuestra Bienal de Flamenco. En la pasada edición, en el Auditorio Edgar Neville, la disfrutamos con De la Tierra, junto a otro de los grandes del flamenco en Málaga, con el que había dado sus primeros pasos como bailaora, Carrete.
En esta VI edición se sube al escenario del Teatro Ciudad de Marbella con Numen. El título de su último espectáculo hace referencia al poder creador de los dioses, a esa inspiración que mueve a los artistas, y los hace seres diferentes. Y es cierto, hay en Carmen ese numen, ese poder mágico y ancestral que inspira. Carmen, como las Perseidas, iluminó la noche, creando con su baile sobre el escenario mundos por los que el espectador viaja, descubriendo todo un firmamento de sensaciones, de emoción y de belleza que quizás habitaban en él sin saberlo.
Junto a Carmen estuvieron otros dos astros con luz propia, dos de las grandes voces de nuestro tiempo: José Valencia y David Lagos. Un verdadero lujo contar con estos dos artistas en un mismo escenario. Dos cantaores que dejaron hace tiempo de cantar atrás, pero hicieron para Carmen una rara excepción que les agradecemos. En nuestra opinión cantar para el baile no es estar en segundo plano, o al menos, no debería serlo. El individualismo nos empobrece, también en el flamenco. Y estamos faltos de buenos montajes donde se abandonen los divismos de protagonista y se sepa trabajar en equipo, como ocurrió en este caso en Marbella.
La garganta de David Lagos es un prodigio de facultades. No por casualidad es Lámpara Minera 2014. Tuvimos la suerte aquí en Málaga de disfrutar de su cante en una noche inolvidable del Ciclo Terral en Gibralfaro en 2016. Y nos dejó con ganas de más. Su largura en los cantes, su saber hacer, lo convierten en uno de esos cantaores imprescindibles hoy en el flamenco.
El otro cantaor de la noche fue José Valencia. Este lebrijano es sobradamente conocido y reconocido por toda la afición del flamenco, especialmente tras ganar el Giraldillo del Cante en la Bienal de Sevilla en 2016. Tiene un torrente de voz, cargada con los mejores mimbres del cante gitano que se pueden esperar, y los lleva como bandera. Con varios discos ya en el mercado. El último, José Valencia-Directo, cuenta con la guitarra de otro de los artistas que acompañaron a Carmen en Marbella, Juan Requena.
La guitarra de este malagueño fue otro más de los astros de ese firmamento que inspiró el Numen de Carmen. Juan Requena es también responsable de la dirección musical. En estos años ha colaborado ya con lo mejor de la profesión. Y el año pasado presentaba en la Bienal de Sevilla su último disco con un título que hace referencia a su tierra, Arroyo de la Miel.
La coreografía de Numen cuenta con Marco Flores, Premio Ojo Crítico de Danza 2018. Sin duda él puso la sal y la gracia en este escenario de Marbella. Bailando las Cantiñas hasta con la mirada. Con la misma precisión de un reloj suizo, coloca cada milímetro de su cuerpo a compás. Este gaditano, de Arcos de la Frontera, baila como juegan los niños, como si detrás no hubiera años de trabajo y esfuerzo.
Numen, el título elegido para este espectáculo, tiene un significado complejo, quizás complicado de entender. Fue en la soleá que interpretó Carmen con la enorme voz de José Valencia, cuando entendimos el significado completo de Numen, sin ninguna duda. Carmen tiene ya una larga y brillante carrera a sus espaldas, y un muy prometedor futuro por delante. Su baile es toda una demostración de ese Numen, de esa inspiración antigua y misteriosa que la transforma sobre el escenario convirtiéndola en parte del universo, de la fuerza creadora.
La noche iluminada por este firmamento de talento dio luz y brillo al flamenco. Y terminó como era de esperar con el público del Teatro Ciudad de Marbella en pie aplaudiendo en una larga, cálida y rotunda ovación.
Carmen González. Baile
Marco Flores. Baile
José Valencia. Cante
David Lagos. Cante
Juan Requena. Guitarra y Dirección musical.
Coreografía: Carmen González y Marco Flores.
Iluminación: Antonio Valiente.
Sonido: Fali Pipió.
Fotografía: Rufo, Juan Guerrero.