Domingo 18/05/2014. Teatro Echegaray
Texto: Françoise Chabassier | Fotos: Web Zambra y Facebook
El teatro, casi completo, recibió a la compañía J. Tomás Sánchez y el Ballet Zambra que presentó su espectáculo De Mozart Al Sur.
En una entrevista, Tomás Sánchez, director de la compañía y José María Rubio, profesor del Conservatorio Superior de Danza de Málaga y encargado de la puesta en escena de De Mozart al Sur explicaron, "La danza española tiene sus propios códigos, pero a veces parece eclipsada por el flamenco que, ahora está muy de moda". Sánchez explicó que el espectáculo se basa en su mayoría en la danza española. Cuando José María Rubio escribió el guión de la obra, quería "presentar la danza española fusionándola con los códigos propios de la danza contemporánea". También creó algunas coreografías; otras fueron encargadas a profesionales del flamenco. Para él, se realizó la obra con el fin de "mantener el guiño" de la escuela bolera y de la danza andaluza.
De Mozart Al Sur se divide en dos partes: Danza Española y Flamenco Directo.
Una primera parte inspirada en El año pasado en Marienbad (1961), película francesa dirigida por Alain Resnais, con un guión (Alain Robbe-Grillet) basado en la novela del argentino Adolfo Bioy Casares La invención de Morel.
Danza Española narra la historia de un grupo de bailarinas reunidas en una misteriosa mansión donde se presentan las diferentes relaciones que se establecen entre las integrantes del ballet. Como en la película de Resnais, una voz en off saliendo de la penumbra, invita al espectador, a que siguiera los pasos frenéticos de los bailarines dentro de esta mansión, "Y volvimos una vez más a aquel lugar, ahora muerto, silencioso, sobrio, recorriendo aquellas habitaciones mudas… a través de interminables pasillos y escaleras que llevaban a infinitas habitaciones, ahora muertas, ahora silenciosas, ahora sobrias, vacías...". Pasillos que llevaban a habitaciones blancas como el mármol frío en las que bailarinas vestidas de blanco, de negro, recordando los vestidos de Delphine Seyrig, la protagonista de El año pasado en Marienbad, empezaron el espectáculo con la Sinfonía nº 40 de Mozart interpretada por Waldo de los Ríos.
Pasillos que llevaban a habitaciones de cristal o con espejos donde se reflejaban los más grandes sentimientos del alma y se petrificaban el cuerpo de las bailarinas pareciéndose a unas estatuas de mármol frío. Pasillos que llevaban a habitaciones oscuras, negras o rojas donde el cuerpo de baile envuelto en el color de la pasión encendió el escenario de mil fuegos interpretando con mucho brillo y elegancia, un fragmento de Carmen de Bizet, Orgía de Joaquín Turina, La Vida Breve de Manuel de Falla, Sevilla de Albéniz.
El poder de la música y del baile arrastró a los espectadores a un torbellino de colores, de taconeo, de castañuelas. Y de repente, como si se tratara de una letanía, la voz en off lo apaciguó todo "… volvimos una y otra vez a aquel lugar ahora muerto… pero no encontramos nada, solo frío,… en aquel lugar ahora vacío, oscuro, muerto". El largo recorrido a través del laberinto de los pasillos de esta inmensa mansión y de la danza española se acabó con un fragmento del maravilloso Poeta de Vicente Amigo dejando estallar la claridad y el color rosa que lo iluminó todo y bajo los aplausos de un público entusiasmado, los bailarines continuaban su maravillosa e inolvidable danza española. Según el autor, Danza Española es una historia abierta a la percepción de los espectadores que deja que sea cada uno de ellos quienes la interpreten.
Cambiando completamente de registro y dejando muy lejos la mansión, sus pasillos y habitaciones de mármol frío, el calor del sur volvió a invadir el corazón y el cuerpo de los espectadores. La emoción estaba a flor de piel, cuando la cantaora Raquel Heredia anunció la segunda parte cantando el Gelem, gelem (Anduve, anduve), el himno internacional gitano que cuenta la tragedia de los gitanos recluido en los campos nazis.
Después de este formidable homenaje y como para romper este ambiente tan dramático, empezó la alegre fiesta gitana, la Zambra, el Flamenco Directo, puro con los guitarristas, percusionistas, los cantaores y los bailarines del Ballet Zambra que interpretaron unas alegrías, una solea, un tema libre de los músicos, unas seguiriyas y bulerías. El público no podía contener su emoción. No eran más que bravos y aplausos. El flamenco reclamaba a grito su poder.
Las luces tienen una importancia fundamental en el espectáculo sobretodo en Danza Española. Sirven para dividir el espacio y cambiar de escena. El efecto es muy logrado y da una sensación fantástica, irreal. En cuanto al vestuario, es precioso, variado y muy original.
Ballet Zambra es una compañía que se forma en 1997 con el objetivo de ampliar fronteras y difundir la danza española y el flamenco desde la innovación y sin perder las raíces con la cultura andaluza. Han representado sus espectáculos en numerosas ciudades españolas y en diferentes países (Italia, Portugal, Egipto, India). Todos los artistas que bailan en este espectáculo son malagueños.
De Mozart al Sur es un espectáculo mágico, lleno de sensibilidad y delicadeza, con buenos artistas. La elegancia es también uno de sus puntos fuertes, así como los guiños a los grandes movimientos como La Nouvelle Vague o el Gelem, Gelem de los gitanos. Aquella noche no se supo ¿qué estaba más de moda, la danza española o el flamenco? y ¿cuál de los dos ganó el desafío? En realidad no importaba mucho porque el gran ganador, el campeón es el arte y sus artistas y como miembro del jurado estaba presente el público eufórico ovacionándoles en pie.
Cuerpo de baile: Eva Mateo, Desiré Gálvez, Alba López, Sonia Pedrosa, Rocío Fernández, Cristina Matías, Laura Huertas, Victoria Hernández, Iván Merchán, Carlos Camacho, Cristian Díaz.
Cantaores: Raquel Heredia (La Nokay), Miguel Astorga - Guitarristas: Luís Santiago, Pedro Guerra
Percusión: Francisco Núñez
Iluminación: Marina
Coraografía: José Mari Rubio, Sonia Sepúlveda - Vestuario: Tomás Sánchez