28/11/2018. Teatro Cervantes.
Texto: Cristina Gandarias |Fotos: Promocionales / TC
La Princesa Aurora se duerme en la atmósfera acogedora del Teatro Cervantes para despertar entre aplausos.
El ballet clásico se me antoja compararlo a un dulce sueño, esos que son bellos e incomprensibles hasta que de repente empiezas a entenderlo todo por el contexto. Esta pieza bien podría haber sido un sueño en el que una princesa, que a causa de un maléfico hechizo cayó sumida en un letargo del que tardó cien años en despertarse gracias al beso de un príncipe. El cuento es archiconocido, esto facilita que podamos entender la narración corporal y nos dejemos llevar por la magia que crean las coreografías interpretadas por el cuerpo de baile al son de las notas de Tchaikovsky, y enmarcada por una magnífica escenografía.
Las escenas se suceden entre movimientos armoniosos y figuras que recuerdan a esas bailarinas de las cajitas de música. El decorado se nos presenta a través unas pinturas que recrean los diferentes ambientes como el salón de baile del palacio real o el bosque, pero tan bien hechos que le dan una profundidad al escenario que casi parece que el espacio se duplica dándole majestuosidad a la representación. El vestuario también contribuye al efecto seductor de la obra, tanto los que representan personajes clásicos, como los tutús que simbolizan de manera pictórica los personajes femeninos y con los que se crean ambientes fantásticos. Los bailarines principales, fueron ovacionados en varias ocasiones con aplausos largos, y es que su capacidad de representación es digna de alabar o cuanto menos de admirar. Son tan ligeros en el aire que resulta raro escuchar el sonido que producen cuando caen al suelo después de sus etéreos vuelos, es como caer en la cuenta de que son personas pero con una capacidad, que a mi, desde mi cómodo asiento en el patio de butacas, me parece sobrenatural.
Un inmenso montaje para disfrutar tan solo un día de la representación del Ballet Nacional Ruso, pero no se preocupen porque por suerte para nuestra ciudad esta compañía hace escala en Málaga todos los años.
Ballet Nacional Ruso
Música Piotr Ilyich Tchaikovsky
Libreto Hermanos Grimm sobre el cuento original de Charles Perrault
Coreografía Marius Petipa
Dirección BNR Sergei Radchenko