11/12/2016. Teatro Cervantes.
Texto: Manuel Malaka | Fotos: Carmen Ruíz
Si decimos Susana Lupiáñez, es posible que no sepas bien de quien hablamos. Si decimos La Lupi, en esta ciudad y en el mundo del flamenco son muchos los que saben perfectamente de quien se trata.
Esta malagueña es una de esas pocas figuras del flamenco que consigue llenar teatros. Este domingo 11 de diciembre nuestro Teatro Cervantes de Málaga, y además, varias semanas antes de la función.
Posiblemente su capacidad de trabajo y su gran vocación por el flamenco tengan mucha culpa. Esas dos cualidades: trabajo y vocación la definen desde sus inicios. Estudió Danza en el Conservatorio Superior de Málaga, y compatibilizando sus estudios con el trabajo por los tablaos flamencos de la Costa, los finalizó con sobresaliente.
Esta bailaora lleva años trabajando dentro y fuera de nuestras fronteras. Pero el reconocimiento merecido le ha llegado poco a poco, con los años, con esfuerzo. Quizá compartir escenario con Miguel Poveda como artista invitada del cantaor en la gira del disco ArteSano, en 2012 , fuera uno de esos logros que la sitúa hoy por hoy entre los elegidos del olimpo flamenco.
De los años de Conservatorio ha agradecido siempre la disciplina y el amor por la danza, pero con Carrete en los tablaos es donde reconoce haber aprendido flamenco en profundidad, fue su maestro.
Pero si Carrete fue su maestro, Rocío Molina, nuestra Premio Nacional de Danza, fue su alumna en su etapa como profesora.
En el año 2000 junto a Curro de María, socio, guitarrista y pareja, crea su propia compañía y comienza a recorrer todo el mundo.
Su Mudanza nos trae ese viaje vital y artístico en el que ha tenido que cambiar, evolucionar y mudar. Como el flamenco en estas décadas que no ha dejado de cambiar, de sorprendernos con nuevas formas estéticas. La Lupi no quiere perder ese tren, no quiere quedarse en lo que fue o logró.
Fueron muchos los momentos a destacar, porque en cada pieza nos dejó un poquito de esa mudanza, de esos años sobre los escenarios. Las bulerías finales de vértigo, la soleá, y quizá por la vistosidad, su baile con mantón, donde igual volaba con él libre y desafiante, como se encerraba entre sus flecos buscando abrigo donde esconderse y cobijo. Un continuo mudar de emociones que supo transmitir a un público entregado desde el primer instante.
Se supo acompañar con un grupo de artistas verdaderamente notable. Y el público supo reconocer y valorar a cada uno de ellos. Sin quitarle protagonismo, todo lo contrario, acompañando y enriqueciendo su baile, se destacaron los cantaores, tanto en la soleá, como en ese final por bulerías arrebatador, y brillando especialmente en los cantes de trilla que emocionaron por su pureza.
Los guitarristas también tuvieron su momento, con un par de temas a modo de introducción donde el público vibró al compás de las cuerdas. Y desde luego, merece señalar la colaboración de El Choro que con una estética más hipster que flamenca, logró detener el tiempo, y enmudecer las butacas del Cervantes, sin artificios, sin excesos, sin dramatismos huecos, ni acrobacias, solo con ritmo y un compás difícil de igualar, nos dejó una actuación memorable.
Este nuevo montaje nos habla de ese deseo de evolución entre esa cierta estética costumbrista que muchos artistas entienden como seña de identidad imprescindible en el flamenco y ese aire nuevo, contemporáneo que anuncia un nuevo flamenco. La Lupi, la maestra que una rompedora como Rocío Molina sabe que el flamenco no deja de evolucionar y mudar su piel, y quiere seguir mudando, creando, creciendo y evolucionando con él.
Y tras esas bulerías llenas de fuerza y flamencura, la Lupi cerró con cinta de embalar su Mudanza. El público en pie, satisfecho y contagiado de esa vitalidad y alegría que La Lupi sabe contagiar, agradeció con verdadero cariño y un largo y sonoro aplauso a esta curranta, como ella misma se define, su entrega y su pasión por el flamenco.
Coreografía, interpretación y dirección: La Lupi
Artistas invitados: Curro Albaicín y El Choro
Coreografía en bulería: El Choro
Música: Paco Cruz, Curro de María y Óscar Lago
Cante: Antonio Núñez ‘El Pulga’ y Alfredo Tejada
Guitarras: Curro de María y Óscar Lago
Percusión: David Galiano
Palmas: Roberto Jaén
Violín: Nelson Doblas