May 8 2016

Los Vivancos en el Teatro Cervantes

Los Vivancos - Teatro Cervantes 06/08/2016. Teatro Cervantes

Texto: Cristina Gandarias |Fotos: Bogomil Mihaylov

Siete hermanos con nombres bíblicos crean un espectáculo que roza lo sobrenatural

Los Vivancos son un valor seguro, por ello, no en vano pueden programar cinco días seguidos en el Teatro Cervantes sin miedo alguno. Para aquellas personas que no sepan quienes son y qué hacen, voy a intentar explicarlo en esta crónica, pero ya les aviso que jamás llegaré a poder estar a la altura del espectáculo. Tienen que verlo.

Empecemos por la aparición de los siete con la música de los siete enanitos, cruzando el pasillo central del patio de butacas, cada uno portando sus instrumentos con el que abren el show. Aquí llega el primer momento sublime. El tema Smooth Criminal de Michael Jackson, hasta aquí vale, pero si les digo que es una versión hecha con una base de flamenco y que me recuerdan a Mago de Öz, seguramente pensarán que tomé algún tipo de drogas antes de entrar al teatro, pero lo cierto es que el único alucinógeno que ingerí se llaman Los Vivancos y me hicieron flipar durante mas de hora y media, y sí, debe ser una droga, porque tengo el mono de volver a verlos.

Durante todo el tiempo que duró la representación, no hubo ni un segundo de vacío, ni un momento en el que no hubiera espectáculo. Las transiciones entre un número y otro parecían cosa de magia o de un pacto con el diablo. No hay fallos, y hay muchos elementos en juego: técnica, música, juego, acrobacias, luces, circo, baile, humor y sobre todo arte mucho arte.

La base del grupo es el flamenco, pero lo que llevan en la sangre es el show. La mayoría de los instrumentos que tocan son poco usuales: violoncelo eléctrico, chelo de cinco cuerdas, cajón flamenco, flauta travesera, saxofón, violín eléctrico y teclados. Las versiones que llevan suenan también diferente. Mezclar a clásicos como Beethoven, con el heavy de Metállica o Deep Purple, la celestialidad de Eurhythms y lo terrenal de Leonard Cohen, entre otras grandezas a través de patadas flamencas, taconeos y números circenses, y que no se parezcan unos números a otros, les da un toque sublime.

Nacidos para bailar es el mejor nombre que puede tener este espectáculo. Juegan e investigan con la música y con las culturas, bailan flamenco y no flamenco. Pueden ser demoledores con las coreografías flamencas y suaves como una pluma con danzas orientales. Bailan al derecho y bailan al revés, y cuando digo al revés me refiero a bailar flamenco boca abajo ¿Cómo lo hacen? sin duda alguna, producto de el alucinógeno que les hablé al principio. Sobredosis de Vivancos..... imposible. Nunca tendré suficiente dosis, nunca dejaré de consumir Vivancos.

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Nacidos para bailar
Creación, coreografía y dirección. Los Vivancos
Los Vivancos: Elías violonchelo, Judah contrabajo, Josua percusión, Cristo saxofón, Israel flauta, Aarón violín y Josué piano
Duración 1.30 h. (s/i)