20/03/2014. Yelmo Cines.
Texto: Amelia Íñiguez | Fotos: web
El pasado 30 de Marzo pudimos disfrutar de nuevo en pantalla grande del Ballet Bolshoi.
Aunque inicialmente nos anunciaban el ballet La Edad de Oro, finalmente y por un cambio de programación, nos deleitaron con un “viejo-nuevo” ballet, Marco Spada.
Este ballet en 3 actos con coreografía de Pierre Lacotte, se trata de una reconstrucción de un ballet estrenado el 1 de abril de 1857 en París, con coreografía de Joseph Mazillier y música de Daniel Auber, sobre la base de una ópera anterior (y probablemente, sobre otro ballet inspirado en hijas del bandidos, Catherine ou la fille du bandit, estrenado por Perrot en 1846 en Londres). No es la primera vez que se produce este ballet en nuestros días, pues la versión moscovita procede de una versión anterior de Lacotte. Esta versión se estrenó en 1981, producida para Rudolf Nureyev en la Ópera de Roma.
La traducción del argumento antes de cada acto fue muy agradecida por el público en general, ya que este ballet es poco conocido y, al contrario que en otras retransmisiones en directo, no había subtítulos por lo que a pesar de que la presentadora del evento entrevistaba en francés e inglés, hubo espectadores que estaban bastante aburridos en los intermedios, que concretamente fueron 3. Un momento divertido (y poco serio) de estos descansos fue ver a los bailarines entre bambalinas bromeando a las cámaras tras la presentadora mientras que esta, muy seria, entrevistaba a Pierre Lacotte…
No soy especialmente admiradora de este coreógrafo. Suele ser bastante rebuscado en los pasos y ese empeño de meter un movimiento en cada nota, personalmente no me gusta, así que el cambio de ballet, en un primer momento no me sentó especialmente bien. Sin embargo al ver los intérpretes cambió totalmente mi perspectiva.
Disfrutar de David Hallberg interpretando el papel de Marco Spada, fue una delicia. Este bailarín americano de una técnica fantástica nos convenció plenamente. La dualidad del papel (señor/ladrón) le dio oportunidad de recrearse en la interpretación, cosa que por otro lado, siempre hace de maravilla. No tuvo su mejor noche en los solos ya que en varias ocasiones perdió el eje en los giros. Como partenaire es increíble, se vio claramente como ayudaba a Obraztsova corrigiendo el eje de su pareja en los giros del paso a dos. Al público ruso le encantó como invitado y probablemente haya más colaboraciones muy pronto entre él y la compañía.
En el papel de su hija encontramos a Eugenia Obraztsova. Su técnica es tan buena que te olvidas de la misma y acabas viendo solamente la interpretación. A pesar de la diferencia de altura con la otra bailarina principal, cada vez que salía a escena, eclipsaba a Olga Smirnova. Tiene el gran carisma, la velocidad y toda la fuerza que su personaje necesita en el 3º acto. Es única, excepcional.
Olga Smirnova (Marquesa Sampietri) e Igor Tsvirko (Conde Pepinelli) fue una pareja que funcionó bastante bien. Ella con sus interminables líneas y gran delicadeza. Él proyectaba una energía estupenda. El paso a dos fue muy bueno pero mantuvo la línea del coreógrafo un tanto complicado. Salvando un choque entre la 1ª bailarina con el cuerpo de baile, el 1º acto fue bastante ameno, aunque se hizo un poco pesado, sobre todo por la música, muy repetitiva.
Seymon Chudin hacía el papel de Príncipe Frederici y, aunque estuvo impecable en su técnica, quizá su representación fue un poco fría.
El público ruso tiene una forma muy característica de aplaudir que siempre te llama la atención y esta vez no iba a ser de otra manera. Les agradecieron a David y Eugenia con muchísimos aplausos al unísono su trabajo y quedó demostrado que están encantados con el Sr. Lacotte.
A pesar de no estar en mi lista de ballets favoritos pase una velada muy agradable. El cine estaba lleno aunque sigue siendo preocupante la falta de interés de los estudiantes y profesores.
El Bolshoi nos demostró de nuevo porque es una de las mejores compañías del mundo.
Vídeo de Olga Smirnova e Igor Tsvirko
Vídeo de Eugenia Obraztsova ensayos Marco Spada