Domingo 22/02/2015. Teatro Cervantes
Texto: Cristina Sirur Flores | Fotos: Marco Takashi
El espectáculo comenzó con la interpretación de una original sevillana bailada por Antonio de Verónica, Saray Cortés y La Salinera y en la que lucieron algunos de los modelos diseñados por sus creadores, Agustín Torralbo y Eduardo Acquaroni.
La originalidad de esta obra, según lo expresaron los propios artistas en la rueda de prensa, es fusionar los trabajos de estos dos diseñadores internacionales con el arte del baile, surgiendo una pasarela diferente y llena de arte. De esta manera queda patente una vez más que el flamenco es un arte tan generoso, que puede compaginarse con todas las expresiones artísticas, sin perder su identidad; al contrario, la enriquece.
A título informativo esta pieza se estrenó en el 2013 en la Bienal de Flamenco de Málaga y se trae nuevamente al Cervantes enriquecida seguramente con la andadura profesional de sus creadores.
Sobre Saray Cortés y Antonio de Verónica como profesionales del baile mucho es lo que se puede decir a pesar de ser tan jóvenes. Saray Cortés, nació en Barcelona y estudió ballet y clásico hasta los 15 años, con 12 años debuta en un cuadro flamenco con el que recorre España y con solo 16 estrena su propio cuadro flamenco. Antonio, nace en Málaga y desde los 7 años recorre escenarios por toda la provincia de la mano de La Lupi, también malagueña. Comparte escenario con Antonio El Pipa, María José Santiago, fue alumno de Rafael Amargo entre otros maestros y maestras hasta que por fin junto a Saray Cortés y La Salinera forman la actual compañía.
Todo el espectáculo estuvo sembrao de compás; las dos cantaoras-palmeras, las guitarras y la percusión estuvieron muy a la altura del sentir de la pieza, haciendo gala del sentimiento flamenco.
Un recorrido por algunos de los palos del flamenco, todos de compás como sevillanas, bulerías, tangos, alegrías, permitieron a los artistas lucir con maestría y conocimiento los diseños de los maestros de la costura, Torralbo y Acquaroni.
El baile de Antonio y de Saray, ya individuales o en pareja, coordinados y con mucha potencia. La demostración de La Salinera a dúo con otra bailaora con los palillos, extraordinaria; en algún momento nos quedamos casi sin respiración ante el temor de cortar el repiqueteo suave y fervoroso del momento.
En general un espectáculo lleno de color musical. compás y sonido; por poner una pega, quizás demasiado fuerte y largo especialmente con el zapateado. La idea de fucionar baile con pasarela de moda es estupenda y original pero pienso que no se vió “pasarela”, sino un espectáculo flamenco en el que se lució espléndidamente diseños de ropa flamenca.
El broche de oro nos lo dieron en el fin de fiesta con el baile del retoño de Saray y Antonio; un garbancito de dos años y cuatro meses, con tanto arte que se metió al público en un bolsillo. Desde luego no quiero ni imaginar, visto lo visto, el gran bailaor que puede ser esta criatura. ¡Felicidades!
El teatro lleno, bastante público extranjero, larga ovación
Las mejores imágenes de Aforo libre haciendo clic aquí