23/10/2016. Teatro Echegaray.
Texto: Carmen Titos | Fotos: Cía Entremans
i no tuviéramos huesos seríamos como un pulpo. Se necesitan menos músculos para sonreír que para enfadarse. El hueso más pequeño del cuerpo humano es el estribo, el más largo el fémur y el más resistente la mandíbula. Estas son algunas de las curiosidades que las creadoras y bailarinas Kirenia Celia Martínez y Beatriz Pérez trasladan a un público de edad recomendada a partir de tres años, aunque también se puede ver en el patio de butacas a atentos bebés.
Xoga (Juega) muestra las partes del cuerpo y su funcionamiento valiéndose del conjunto de herramientas escénicas, música, audiovisual, locuciones, indumentaria, objetos y, como elemento esencial y primero, la danza. El espectáculo se separa en actos o capítulos encabezados por los siguientes rótulos: los huesos, el cerebro, la boca, los ojos, la nariz, las orejas, el corazón, los músculos y las articulaciones.
Una espectadora de alrededor de doce años, a la salida del show, destacó positivamente “los bailes” por encima de los demás componentes y estímulos. En ese sentido, las coreografías de Entremans se elevan debido a su extrema creatividad, precisión y sutileza. De esta manera, despiertan la curiosidad del público de todas las edades y además, divierten, entretienen. El espacio sonoro cuenta con bastantes temas de motivadora música electrónica que casan perfectamente con la danza y la atmósfera.
Por otra parte, otros elementos como las locuciones y las proyecciones audiovisuales, están específicamente destinados a un público mayoritariamente infantil y, por tanto, no resultan tan atractivos y sugerentes para los mayores que también asistimos al espectáculo. El audiovisual aporta, asimismo, el lado más didáctico.
El hecho de que las propias bailarinas sean las creadoras se observa en unas coreografías que, además de ser brillantes, impregnan alegría, empatía, magia y plena implicación. Al observar la gestualidad, la expresión y segmentación corporal, la creación de imágenes simbólicas con los cuerpos y el movimiento integrador de ambas bailarinas con la utilización de los objetos en un todo, se trasluce un proceso creativo muy enriquecedor con unos resultados plenamente fructíferos.
Prevalecen asociaciones libres que tienen más relación con el terreno de la fantasía del imaginario infantil que con la transmisión de datos sobre biología humana. Por ejemplo, aparecen en el escenario una enorme y glotona boca adosada a una falda de cancán, articulaciones representadas por pompones de lana y una genialísima lengua de croché de casi diez metros.
Por tanto, se observa una apuesta artística firme tanto en el atrezzo y en la indumentaria como en la danza, más allá de la transmisión de un estudio de la anatomía. Así, uno de los puntos más interesantes de Xoga es que, a pesar de ser un espectáculo concebido con una finalidad claramente didáctica, permite volar más allá de la enseñanza de la ciencia y se deslinda de los corsés del realismo, gracias a la sugestión y el atrevimiento artístico.
Dirección, creación e interpretación: Kirenia Celia Martínez y Beatriz Pérez
Diseño gráfico e ilustración: Marta Cuba
Motion Graphics: Isabel Vila
Diseño de Iluminación: Octavio Mas
Atrezzo: Anhaí Taraburelli
Fotografía: Francisco Ares y Marta Cuba
Vestuario: Santos Salgado y Compañía Entremans
Espacio Sonoro: Ismael Berdei