26/03/2017. Sala Joaquín Elejar.
Texto: Sandra Barcelos | Fotos: Juan Mir
Crónicas de SuperhéroesEl 26 de Marzo pasado fue un domingo brillante, digno de encontrarse en una pequeña sala de teatro en una convención de superhéroes. Yo particularmente llegué en autobús, me subí a la línea 1 de la EMT y conducía Antonio quién me indicó exactamente donde era el C.C Maynake y cual era la mejor parada para bajarme. Antonio no solo lo conocía sino que también reconoció su alegría por llevar obras de teatro hasta allí. “ir al teatro me gusta mucho, pero está muy caro” fueron sus palabras. Saludé a Antonio y me bajé con la sensación de estar haciendo algo que quería hacer.
Entré a Maynake y allí estaba Juan a cargo de todo lo que sucedía. Me presenté y no tardó nada en darme la entrada, que aunque reservada para prensa hubo quién quiso entrar conmigo. Así es, visto y oído por mí en ese mismo momento, la gente pedía por favor que las dejaran pasar a la sala. Una sala para 60 personas en la que, de algún modo, también sentados en un rincón del escenario, entraron casi 90.
Como si fueran casualidades de la vida, me tocó sentarme al lado de Sonia y su marido. Él escuchó que iba a hacer un reportaje y tímidamente me dijo; “tienes a tu lado a una superheroína pero de las de verdad”. Sonia está pasando por el tratamiento para esa enfermedad que también parece estar tan ensañada con las mujeres, esa que de a poco te va quitando hasta el pelo. Y que no voy a mencionar para quitarle protagonismo.
Como toda heroína, Sonia supera todo reemplazando la terapia de grupo por la sanadora catársis del humor y la risa. Dejamos de hablar porque llaman nuestra atención los gritos que escuchamos detrás de las cortinas -son voces de mujeres- empieza la obra.
Y allí se presentan ante nosotros tres pequeñisimas mujeres con capa y antifaz rojo que de a poco fueron captando mi atención. En un escenario sin más protagonismo que ellas tres, y una pantalla detrás donde se pasan imágenes de superheroes y villanos y se los compara ingeniosamente con sus correspondientes ‘superheroínas’.
La hora y pico que dura la obra parece volar a capa y espada, mientras se narra por qué las heroínas siempre ocupan ese segundo lugar en cada cosa que hacen a la par de su homónimo masculino. Así reclaman la igualdad laboral, contándonos como Supergirl, haciendo las mismas horas que Superman y salvando a la misma cantidad de víctimas, cobra menos y tiene un contrato a tiempo parcial. O Catwoman, nombrada icono de la ‘asociación de Superheroínas S.L.’, de Ghotam y alrededores, quien pone de manifiesto la problemática del autónomo en la sociedad.
En una mezcla de ingenio, ironía e imaginación las Caramala son las que aportan esa dosis de humor espontáneo, ingenuidad y sencillez con que no todos pueden abordar temas tan espinosos. Y así, llegan al último paso en la escala de la madurez, la sabiduría y la reflexión: enseñar cómo reirnos de nosotras mismas al tiempo que tratan uno de los grandes dramas de la humanidad; la Igualdad de Género. Sino, pregunten a Carmen, Virginia y Noemí, tres pequeñas mujeres; la presidenta, secretaria y tesorera de esta gran obra de teatro extraordinariamente austera y sencilla en la que ¡no me pregunten cómo! Con unas cuantas pancartas, antifaces y un colorido ramillete de globos, representan la culpa que cada mujer lleva a cuestas, y hacen que el público rompa en aplausos, se pongan de pie y tengan que agregar una última función para éste viernes en la misma sala del CC Joaquín Eléjar.
No cabe duda de sus talentos pero también puede que hayan puesto el dedo en una yaga que lejos de cicatrizar a lo largo de la historia ,se ve hoy más abierta que nunca. Como buenas ciudadanas de Ghotam, denuncian a una ciudad en crisis tan imaginaria como las cosas que pasan allí: paro juvenil, desigualdad o poner claros conceptos como feminismo y machismo, se entrelazan artesanalmente con Spiderman, Superman, que es un ‘poco cortillo’, la herencia de batman o los villanos de Ghotam TV. Y si no fuese porque lo vivimos un día tras otro, cualquiera podría decir que toda esta realidad que nos toca es producto de esa tan mencionada e inagotable ‘imaginación femenina’.
Solo me queda decirles que para más datos y detalles no se pierdan la última función de Carmen Baquero, Virginia Muñoz y Noemí Ruíz, las “Superheroínas” para las que sus madres son su principal referente e inspiración. Un aplauso especial para ellas y para la mía que en unos días más, hace un año que se fue; y me dejó aquí en este loco mundo, donde por suerte también hay gente de buena voluntad que hace cosas buenas en nombre de todas; como las Caramala, que con unas bolsas de patatas fritas hacen recordar a la mujer y a todo el publico, cuál es su ‘Superpoder’.
“Sé consciente de tu poder”, podría ser tranquilamente el slogam de esta pequeña y preciosa obra.
Carmen Baquero
Virginia Muñoz
Noemí Ruíz
Texto, Dramaturgía, Espacio Escénico y Vestuario, Producción y Dirección : Caramala Teatro
Iluminación y Proyecciones: Lalo Cano
Diseño Gráfico y Cartelería: David Mena
Precio de las entradas: 8€
Aforo máximo: 70 localidades
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