17/02/2018. Sala Joaquín Eléjar.
Texto: Cristina Quiñoy | Fotos: Promocionales
Infierno, ese sitio al que van los pecadores, los que no se ciñen al comportamiento socialmente aceptado, pero el único sitio donde el personaje de esta historia, La Delito, es ella/él misma/o y el único donde es libre y feliz. El Cabaret Infierno en su última noche, un local (“antro” para muchos) que me recordó por momentos a locales transformistas ochenteros y míticos ya como el Black & White, en el que se mezclaba público de todo tipo y la noche giraba entorno a las actuaciones, la fiesta y, para muchos, las relaciones clandestinas en los cuartos oscuros…
Con una escenografía sencilla, no necesita de más, la historia se desarrolla en la más estricta intimidad y soledad del camerino de este personaje, interpretado con maestría por Paco Pozo, en la que su personaje se va desnudando emocional y literalmente ante el espejo mientras habla con su madre a través de una foto sujeta a aquello que le devuelve por momentos el reflejo de lo que es…Encerrada en una vida encorsetada con mujer e hijos, con un pasado difícil que vamos descubriendo poco a poco y de menos a más, ella, ella es una mujer atrapada en un cuerpo equivocado; pero “así lo parió su madre”, como ella dice, la persona que la amó y aceptó tal y como es, que la protegió y la resguardó como pudo de un padre machista, castrador y maltratador. Su madre, por ella, todo por ella, cada una de sus actuaciones y hasta el nombre artístico que se puso, La Delito, el día que el maltratador desgarró definitivamente su vida y el alma de las dos.
Una obra íntima, socialmente crítica, que se articula desde el final de la historia hasta su principio e in crescendo hace un recorrido por la vida y las emociones del personaje. Desde el maquillaje, los vestidos y los tacones hasta la cara lavada y los vaqueros, y desde las risas hasta las lágrimas nos muestra una realidad vivida por cientos de mujeres a diario y que no debemos olvidar…por ellas, por todas ellas.
Una historia de mujeres contada por un hombre, conmovedora, divertida y desgarradora a la vez, imposible levantarse de la butaca sin un torbellino de sensaciones en el estómago.
La Delito: Paco Pozo
Voz Cantada y dirección musical: Ana Castillo Pavón
Voces: Cristina Jiménez y Pape Labraca --- Piano: Daniel Hidalgo Muñoz --- Guitarra: Paco Fernandez Leal
Vestuario: Córpary --- Estilismo: Javier Cerezo Corpas --- Indumentaria: Eduardo Gómez Zamorano
Caracterización: Didi Lucuix y Ángel Lama Pernicas
Fotografía: Gabry Cano López - Jose Antonio Lopez -- Audiovisuales: Juanjo Del Junco - COPO Producciones
Escenografía y producción: LaDuermevela Teatro y La Coracha Teatro
Autor, Dirección, Iluminación y Sonido: Jamp Palô