21/01/2022. 39 Festival Teatro de Málaga. Teatro Cervantes
Texto: M.Carmen Sánchez | Fotos: Promocionales
Admitimos nuestra desazón la fría noche del jueves 20 de enero antes de entrar al Teatro Cervantes. Habíamos visto la espléndida serie Fariña de 2018 basada en el libro de Nacho Carretero pero cómo iba a desarrollarse esta historia en el escueto escenario de un teatro, nos tenía más que intrigados.
Dos actrices y tres actores se bastan para proporcionarnos casi dos horas de entretenimiento de lo más pedagógico. Un escenario negro con puertas y una escalera se transforma en la costa gallega, la de la pesca como medio natural de vida y la de los desembarcos de tabaco y, más tarde, droga. Sobre el escenario se proyectan imágenes muy esclarecedoras para la trama y subtítulos en castellano porque hay partes en lengua gallega, especialmente las canciones (nada que impida la comprensión). Esto forma parte del carácter didáctico de Fariña (harina = cocaína) que en todo momento facilita al espectador la comprensión y el contexto adecuado. Los propios actores van explicando los hechos reales incluidas las permisivas leyes que beneficiaron el contrabando por tan largo tiempo. Fariña no es un musical pero sí introduce muchos números musicales en directo, desde un solo de batería hasta una muñeira danzada por todos los integrantes del elenco debidamente ataviados con trajes regionales. Con estas pistas, el lector puede imaginar qué tipo de espectáculo tan dinámico e instructivo presenciamos.
Nacho Carretero firma esta obra teatral basada en su propia novela. Los protagonistas de esta historia real van desde los narcotraficantes hasta el propio pueblo acusado de callar y ser cómplice pasando por policías y políticos corruptos: “¿Qué mal va a hacer si nos da de comer?” o “¿Quién nos iba a decir cuando éramos pescadores que ahora íbamos a vivir como señores?” son algunas de las ilustrativas letras que acompañan las tonadas de la obra. Porque, efectivamente, la costa gallega se erige como sustentadora de la riqueza y del mal de estos pueblos. La falta de trabajo empujaba a la emigración y, como alternativa, el sistema fácil de enriquecerse que a su vez proporcionaba prosperidad para todos. Los niños querían ser contrabandistas de mayores, como sus padres.
Pero cruzar la línea roja (del tabaco a la droga) tuvo trágicas consecuencias para toda una generación y no fueron sino las madres coraje las que plantaron cara a dichas organizaciones con la intervención del juez estrella de la época: Baltasar Garzón que lideró el llamado “caso Nécora”.
Aunque pueda parecer todo un drama (que lo es), Fariña es muy divertida también y retrata esa manera de ser gallega con tanta retranca. En este punto debemos destacar al actor César Goldi que con su vis cómica contribuye a la desdramatización del drama. Todos los actores son versátiles ya que no solo actúan sino que cantan, tocan instrumentos musicales, bailan...Oswaldo Digón, Sergio Zearreta, Marta Lado y Graciela Carlos completan el excelente elenco y el tema principal es de Novedades Carminha.
Confesamos que haber visto la serie (ahora en Netflix) nos hizo disfrutar aún más la obra pero si usted se aventura por primera vez a ver Fariña no tendrá ningún problema para entender la trama e incluso las canciones en la preciosa lengua gallega.. Estas historias son necesarias y casi obligatorias de visionar porque solo podemos aprender de los errores. No hay que perderse Fariña, por aprendizaje y por placer de los sentidos.
El espectáculo teatra
Ainé Producións S.L.
Autor Nacho Carretero
Dramaturgia José L. Prieto
Con Oswaldo Digón, Sergio Zearreta, Marta Lado, César Goldi y Graciela Carlos
Tema original Novedades Carminha
Dirección Tito Asorey