17/01/2023. 40 Festival de Teatro de Málaga. Teatro Cervantes.
Texto: Carmen Titos | Fotos: ©Gerardo Sanz
El director y dramaturgo Ricardo Iniesta conserva la autenticidad original e introduce una actualización locuaz y convincente que revaloriza el texto original.
Los textos clásicos, a pesar de su universalidad y atemporalidad, corren el riesgo de resultar ajenos al público cuando la propuesta resulta demasiado distante a las vivencias y preocupaciones contemporáneas. La comedia de Molière con dramaturgia de Ricardo Iniesta es un claro ejemplo de un texto clásico que ha sido actualizado a nuestra realidad de forma absolutamente digna, respetuosa y efectiva. La acertada propuesta de Atalaya elimina los fragmentos del texto de 1668 que han quedado añejos o caducos para un público del siglo XXI e inserta pertinentemente algunos elementos actuales y detalles de la versión para el cine de Tonino Cervi.
La actriz Carmen Gallardo, en el papel del viejo avaro Harpagón, protagoniza con total destreza, elocuencia y convicción la comedia del francés. La elección de una actriz para el personaje masculino, en mi opinión, se trata de uno de los muchos aciertos de una propuesta redonda. Teniendo en cuenta que en varios periodos históricos como la Antigüedad Clásica, Barroco o en el teatro isabelino, las mujeres tenían prohibido participar en el teatro como intérpretes, escritoras o directoras, incluso en ocasiones como espectadoras, la elección tan efectiva de una actriz para interpretar a Harpagón resulta todo un acierto.
Tenemos varios casos similares de actrices que han invertido el género y suplido el déficit histórico, Nuria Espert con El Rey Lear, Kiti Mánver en Las heridas del viento, o los varios casos icónicos de Blanca Portillo como Hamlet o el Segismundo de La vida es sueño. De esta forma, la interpretación de Harpagón por Carmen Gallardo se suma a estos ejemplos con absoluta fuerza.
La escenografía transformable, configurada por puertas movibles, consiste en otra de las grandes fortalezas de la obra. La metamorfosis de los elementos móviles para formar los diferentes espacios y ambientes resulta plenamente fluida, efectiva e integrada con el resto de elementos. Los intérpretes incorporan la transformación de la escenografía a sus movimientos de manera natural y forma parte incluso en juegos escénicos, enredos y danzas. Las puertas, de esta forma, se mutan orgánicamente en cada escena en pasillos, largas entradas para acceder a la morada del hermético Harpagón, un desván, calles, balcones o la barra de un casino y burdel.
Atalaya aporta un extra de espectacularidad al montaje a través de las fantásticas escenas corales, con coreografías de Juana Casado y Lucía You. La propuesta musical, la danza y las escenas colectivas otorgan a la comedia de Molière una nueva perspectiva muy viva y dinámica que funciona a la perfección y mejora el texto clásico. Además, el público puede disfrutar de la ejecución de música en vivo con composición de Luis Navarro. Es importante destacar que esta propuesta musical y coral va apoyada por las geniales interpretaciones de unos actores y actrices que demuestran magníficas cualidades vocales, físicas y vis cómica, en consonancia con las dotes interpretativas. Tal es el caso del hilarante Raúl Vera (en los papeles de Mariano, Teodoro y Florentino) o la talentosa Garazi Aldasoro (que interpreta a Belisa y el criado Lubina), por citar algunos.
El mensaje de Molière, el castigo de los vicios y errores humanos como es la avaricia, a través del personaje tipo, queda actualizado y transmitido fielmente en la obra. La comedia de carácter pretende destacar los defectos humanos y, a través de la risa, provocar el cuestionamiento. Como expuso el comediógrafo francés: “¡En la carcajada se te abre la boca, pero también el cerebro y en el cerebro se te clavan los clavos de la razón!”. Molière se basó en la Comedia de la olla de Plauto para desarrollar el carácter del viejo rico y mezquino cuyo objetivo es atesorar y vive asustado por el miedo de que le roben el baúl donde guarda su tesoro. Incluso, entra en conflicto con sus hijos, de los cuales desconfía, que buscan un matrimonio por amor en contra de los deseos de su padre.
En definitiva, El avaro de Molière consiste en un espectáculo total de Atalaya en su 40 cumpleaños, que coincide con el 350 aniversario de la muerte del autor francés. Todo un trabajo escénico bienaventurado y depurado a la altura de la premiada compañía sevillana.
Atalaya
Adaptación y dirección Ricardo Iniesta
Con Carmen Gallardo, Silvia Garzón, Raúl Vera, María Sanz, Lidia Mauduit, Enmanuel García, Garazi Aldasoro y Selu Fernández
Coreografía Juana Casado y Lucía You
Composición, arreglos y dirección musical Luis Navarro
Coros y cánticos Marga Reyes y Lidia Mauduit
1.45 h (s/i)