27/01/2023. 40 Festival de Teatro de Málaga Teatro Echegaray
Texto: M.Carmen Sánchez | Fotos: ©Isabel de Ocampo / Diego Ruiz
Qué calor desprende un teatro lleno. Fuera, hacía un frío al que no estamos acostumbrados en Málaga. Dentro, podías sentir la calidez de un público que había agotado las entradas semanas antes para escuchar las palabras que Virginia Woolf (Clara Sanchís) había escrito un siglo antes en Una habitación propia. Espectadores jóvenes y maduros rendidos a la elegancia de una función que siempre llena las salas.
No es tarea fácil encarnar a Virginia Woolf, uno de los iconos femeninos del siglo XX, y desde ya, podemos adelantar que Clara Sanchís no solo lo logra, sino que lo borda. Su interpretación es impresionante: durante una hora y veinte es Virginia Woolf, se mueve como ella, con la ropa que usaba ella y con un humor que consigue la complicidad con el público a pesar de ser un texto extenso y complejo que nos remite a 1928. Pero cómo nos hace reír lo absurdo de las situaciones de rechazo a las féminas por el simple hecho de serlo, con las discriminaciones sufridas a los largo de la historia: es tan actual.
En un escenario parco compuesto de un escritorio (cómo no) y de un piano, Clara Sanchís nos traslada al universo inglés de la primera parte del siglo XX. El piano es esencial porque la actriz es una excelente intérprete y nos deleitará con cortas melodías de J.S. Bach e incluso tocará breves notas para reflejar sus emociones, especialmente el enfado ocasionado por los desaires del patriarcado británico (sobre todo, el académico). Una habitación propia surgió cuando en 1928 le propusieron a Virginia Woolf dar una serie de charlas sobre el tema de la mujer y la novela y ella, como brillante pensadora que era, llegó a la conclusión de que lo que una mujer necesita para dedicarse a la literatura es independencia económica y una habitación propia. Porque la escritura, según Woolf, es un don pequeño pero muy querido para quien lo posee. Reivindica la libertad de pensamiento en una sociedad encorsetada donde los sabios seguían declarando (a través de los siglos) que la mujer poseía inferioridad moral, intelectual y física; incluso llegaron a plantearse si “la mujer tenía alma”… Su teoría al respecto es que el hombre defiende su “superioridad” mostrando la inferioridad de la mujer.
Virginia Woolf en imprescindible en la historia del feminismo. En Una habitación propia, a través de experiencias personales y sus amplias lecturas, reivindica la figura femenina con fino humor e ironía. Y si hubiera podido asistir a la función del Teatro Echegaray y comprobar cómo de vigentes están sus ideas y con cuánta devoción eran escuchadas sus palabras en el siglo XXI se habría sentido enormemente satisfecha sentada en la butaca de su habitación propia.
[TEATRO EN FEMENINO. Con la colaboración del Área de Igualdad de Oportunidades del Ayuntamiento de Málaga]
Con Clara Sanchis
Dramaturgia y dirección María Ruiz
Música Clara Sanchis a partir de J.S. Bach