14/05/2021 Teatro Echegaray
Texto: Elisabet González | Fotos: Daniel Pérez/TE
Blanco Weiss es la última obra presentada para Factoría Echegaray. El viernes la sala del Teatro estaba bastante vacía, pero es normal ya que estamos en la recta final de sus días de representación. Y ya empieza a hacer calor, con lo que al público malagueño le cuesta más meterse en las salas de teatro. Cabe decir que la obra bien valía la pena. El público pudo disfrutar de una obra con mensaje social, un texto brillante y una puesta en escena admirable y creativa.
Blanco Weiss es una obra que representa la vida y la muerte de Rosario Weiss Zorrilla, pintora española ahijada de Francisco de Goya en la España del S. XIX. Pero no es solo eso. La historia es una crítica social de la época en la que la mujer no podía ser artista. La protagonista narra su vida, sus penurias económicas, su exilio de España, su lucha por darse a conocer como una mujer que quiere vivir de su arte. Pero le cuesta la misma vida conseguirlo. No parece que sea una historia del siglo XIX, si lo trasladamos a día de hoy, salvando las distancias, las mujeres artistas aún tienen que hacer un esfuerzo extra por darse a conocer, por simplemente ser lo que son.
El trabajo de Anais Bleda como Rosario fue excelente. El texto, largo y de un gran peso emocional es el complemento perfecto a una actriz que lo hace suyo. El tándem de interpretación y texto lo completan unos personajes un tanto curiosos. Manuel Pró interpreta al médico que debe escribir el informe de la muerte de Rosario. Es un personaje que simplemente escucha pero representa mucho. Todo aquello con lo que tiene que luchar Rosario para abrirse camino. El médico no es nadie y lo es todo. Irene Márquez, la bailarina, cierra el círculo en el papel de Amargor. Amargor es la sombra de Rosario, su alter ego. Y sale a escena para dar luz y color a la vida de la artista, para mostrarle lo que no ha podido ser y también lo que fue. Las escenas de danza que complementan y cortan el monólogo hacen que el espectador entre en el mundo creativo y en la mente de la pintora. Un juego visual de luces, sombras y música que abren los sentidos y ponen en segundo plano el drama.
El público pudo disfrutar de una historia de personas reales, una historia sobre la forma de ser de nuestro país. Una historia sobre las mujeres y también sobre como ven los hombres a esas mujeres. Una historia demasiado repetida, hastiada, atemporal. Una historia sobre el poder de las personas. Un recordatorio a una artista, una historia de justicia. Porque recordar, admirar y reconocer es justicia.
Texto: Herminia Luque
Dirección: Toñi Martín
Diseño de iluminación: Pilar Velasco
Diseño de escenografía y vestuario: Isabel Alba
Coreografías: Ximena Carnevale
Composición de banda sonora: Carmen García Jara
Asistencia de dirección: María Elena Sivera
Intérpretes
Anais Bleda: Rosario
Irene Márquez: Amargor
Manuel Pró: Médico