Teatro Cánovas. 20/10/2012
Texto: Virginia Rodríguez | Fotos: web Cía Atalaya
Obras como ésta son las que representan una experiencia para el público; sentados en las butacas, se asiste a una representación que más que eso parece un encantamiento.
Es como si estuviésemos hipnotizados por la destreza técnica del elenco formado por Carmen Gallardo, Raúl Vera, Silvia Garzón, Manuel Asensio, Jerónimo Arenal, María Sanz, Lidia Mauduitlos.
Ricardo Iniesta pone sobre el escenario una versión de todo un clásico, La Celestina. Obra que Fernando de Rojas escribió pero cuya adaptación es necesaria hoy día dado el ritmo frenético al que estamos acostumbrados, ya que, como él mismo asegura, la lectura dramatizada de esta obra dura unas ocho horas. Pues bien, Iniesta, reduciéndola a su sexta parte, consigue una exposición clara del argumento de la obra, todos nos enteramos de lo que sucede en la tragicomedia de Calixto y Melibea: dos jóvenes enamorados tras la intervención interesada de ese personaje cautivador, la Celestina, interpretado magistralmente (y no es alabanza vana) por Carmen Gallardo.
Las imágenes que nos llevamos en nuestra retina se consiguen con la ayuda de la iluminación, de la misma calidad que el resto de la producción, pero principalmente sobre la base de su trabajo corporal; el control que estos actores tienen sobre él, incluyendo la voz, es digno de admiración.
Por una parte, ese cuerpo, siempre en movimiento. Sobre el soporte de diez mesas de alrededor de metro y medio de altura que controlan como si formasen parte de sí mismos, y con las que crean los distintos escenarios; usan la acrobacia de modo que no se pueda cerrar la boca en ningún momento, pues la agilidad que todos los miembros de la compañía muestran es ciertamente sorprendente.
Por otra, en la parte musical, trabajan la voz de tal manera que no se echa en falta ningún instrumento externo; bajo la dirección musical de Esperanza Abad, pero con propuestas de los propios actores, consiguen unos cantos y unas voces, en forma coral la mayoría de las ocasiones, que no parece posible que el cuerpo humano pueda emitirlas, y gracias a ellas logran crear una atmósfera mística, casi religiosa, que comparten con el público.
¿Cuál es su secreto?
En el encuentro con los actores (y esta vez, afortunadamente también el director, Ricardo Iniesta) que el Teatro Cánovas organiza al terminar la actuación, lo desvelan: trabajo de investigación. Es imprescindible investigar para poder sacar el máximo partido de un proceso creativo. Y es que hay que ser conscientes que este trabajo de investigación obtiene unos resultados asombrosos, pero que el mundo capitalista que estamos creando no valora, un mundo en el que cada minuto de trabajo se ve como un gasto, y no como una inversión; señores, si se quiere teatro de calidad hay que apostar por él, y es nuestro deber, deber de todos, al menos, ser conscientes de ello.
Gracias, Atalaya, por seguir apostando por un teatro de calidad, y no de pura y mera rentabilidad.
Celestina. La Tragicomedia.
Una versión y adaptación de Ricardo Iniesta sobre la obra de Fernando de Rojas
Elenco
Carmen Gallardo: Celestina
Raúl Vera: Calixto / Pleberio
Silvia Garzón: Melibea
Manuel Asensio: Sempronio / Centurio
Jeronimo Arenal: Pármeno / Sosia
Lidia Mauduit: Elicia / Lucrecia
María Sanz: Areusa / Tristán / Alisa (en off)
Equipos Artístico y Técnico
Coros y preparación de voces: Esperanza Abad
Música: Luis Navarro y temas populares
Vestuario: Carmen Giles
Maquillaje y peluquería: Manolo Cortés
Vídeo: Luis Lillo
Fotografía: Luis Castilla y Luis Lillo
Técnico de luz: Alejandro Conesa
Técnico de sonido: Emilio Morales
Dirección, espacio escénico, versión y dramaturgia: Ricardo Iniesta