Sala Gades. 02/03/2013.
Texto: Françoise Chabassier | Fotos: Federico Martínez Alés
Gloria León y Miguel Palacios, director y autor, ofrecieron una versión libre de El Príncipe Constante de Pedro Calderón de la Barca. La obra se representó en la sala Gades el 02 y 03 de marzo.
Se trata de una tragedia compuesta en 1629, dividida en tres actos y escrita en verso.
Es una refundición de la crónica del infante santo del escritor Portugués Fray Joao Alvares .El protagonista de la historia es Fernando de Portugal, el "infante santo", hermano de Enrique, el navegante. En 1438, fue capturado por los marroquíes y retenido en Tánger. La intención era liberarlo a cambio de la ciudad de Ceuta, entonces portuguesa. Pero se negó a ser liberado en perjuicio de su religión y su patria. El rey lo despojó de sus privilegios y lo trató como cualquier otro preso.
El príncipe Constante es un rito de purificación, Fernando renuncia a lo mundano para ir en busca de la esencia divina, de la Verdad. Convirtiéndolo en un mártir, Calderón lo restituye al mundo terrenal. Hace de él un icono de la iglesia que con los reyes, gobernaban en aquel entonces y tenía poco de espiritual, como se ve, nada ha cambiado.
Miguel Palacios, se fija especialmente en la estructura, en el papel de los ritos de la obra de Calderón. La desestructura para luego reconstruirla. Quiere ir a la esencia de la obra original o sea la esencia del rito. Su idea es que el público "viva una experiencia emocional, intelectual y estética". La transpone a nuestro tiempo, nuestra realidad, en Andalucía, en España, en 2013. En este caso, a los "hábitos de los que estamos presos”. Hay de todo: diversión, tristeza y violencia y todo gira alrededor de la tragedia de Calderón.
Sus dos protagonistas, Rocío Cebrero y Frank Vélez explican que es una obra que "va directa a lo primitivo, a la esencia del ser humano". Y "no deja indiferente a nadie". Para mí, los dos actores no son desconocidos ya les vi trabajar en la obra La Reunión también de Miguel Palacios. Me gusta mucho su juego, pasan de un papel a otro: cantantes, mimos, actores torturados y despojados de todo hasta quedar en ropa interior, tal como El Príncipe Constante y el ciudadano de hoy en día.
La puesta en escena es minimalista, un perchero, un cubo de agua, unos guantes, una esponja... Los actores hacen acrobacias en un espacio vacío donde, cantan, actúan se contornean interpretando el sufrimiento de la Humanidad desde la noche de los tiempos, o bailan al son de una buena música. Miguel Palacios se inspira de la filosofía de Grotowski y de acuerdo con él, piensa que en el teatro, el actor es fundamental, pues el mito se encarna en él, y a través de sus acciones, palabras, movimientos y gestos, estimula al público a confrontar lo mítico por sí mismo. Cree que el teatro puede vivir sin maquillaje, sin vestuarios, y sin escenografía, pero que no puede existir sin la relación actor-espectador en percepción directa, en comunicación en vivo. Grotowski, creó el primer Teatro Laboratorio o Teatro Pobre en 1959 en Polonia.
Miguel Palacios, (Málaga 1970) estudió Filosofía y Letras en la Universidad de Málaga y Dirección Escénica en la ESAD de Málaga .Su actividad teatral comenzó en 1997 con la creación de Teatro del Vacío, Laboratorio Teatral, y se continuó con la creación en 2003 de Théâtre Zéro, en Roubaix (Francia), otro laboratorio teatral que abandonó en 2009, cuando regresó a España y fundó Producciones Teatro de los Orígenes, que dirige en la actualidad. Le otorgaron muchos premios y en la actualidad se dedica por completo a la escritura, a la investigación y a la dirección escénica.
Gloria León es actriz y directora de escena. Ha formado parte de varias compañías entre las cuales Anthares Teatro, en la que llevó la dirección artística durante ocho años.
La compañía malagueña, el Teatro de los Orígenes Laboratorio, se interroga sobre nuestra época. “No somos una compañía postmoderna, no nos doblegamos ante el pensamiento único y el “todo ha sido inventado”, tampoco nos sometemos a la tiranía de aquellos que, todavía hoy, entienden que el texto es la esencia del teatro”, dice Miguel Palacios.
El resultado es un poco sorprendente. Los puristas de Calderón de la Barca y del teatro clásico han tenido que salir de la representación decepcionados y sin entender mucho lo que acababan de ver porque queda poco de la versión original de El Príncipe Constante. Los amantes del teatro experimental estaban en pie ovacionando la obra de Miguel Palacios.
Yo me quedé un poco desorientada pero no me disgustó del todo. Al fin y al cabo se trata de nuestra realidad, de nuestro sufrimiento interpretado por buenos actores. Hay que realzar el mérito que tiene el gremio del espectáculo por seguir adelante, porque a él también le ha tocado los recortes presupuestarios, por la anti-cultura que nos está proponiendo el Ministro de “cultura” y para reivindicar, nada mejor que asistir a estas y otras representaciones a modo de manifestaciones.
Producciones Teatro de los Orígenes
Autor: Miguel Palacios
Dirección: Miguel Palacios y Gloria León
Intérpretes: Frank Vélez y Rocío Cebrero
Escenografía: Leslie Sánchez
Multimedia: Francis Bernal
Fotografías: Francis Fortes y Francis Bernal
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