18/04/2015. Teatro Góngora. Sala Polifemo. Córdoba.
Texto: Rafael Gómez Díaz | Fotos: Arco Visuales y Cartel y foto de la presentación Cía Trápala.
La noche del pásado sábado se colgaba en la taquilla del Teatro Góngora de Córdoba, el cartel de “Agotadas localidades”, con motivo del estreno de El lienzo de la memoria, texto de Paco Bernal. La compañía Trápala Teatro se atrevió con esta obra nada fácil, emotiva, conmovedora, que nos sumerge en la relación afectiva de un triángulo casi perfecto, donde el amor y la amistad se pasean por el escenario de la mano de la vida y la muerte a través de los recuerdos, la memoria de los personajes y se nos antojan a ratos nostalgia, a ratos sencillamente alegría de saber que por encima de todo existen unos lazos indestructibles. La vida pasada se muestra ante el pintor por boca de su gran amigo, removiendo sus entrañas creativas, lanzándole a llenar el lienzo de color, de formas. Pero también hurgando en heridas aparentemente cicatrizadas.
Un texto bien estructurado, en el que el conflicto dramático que enfrenta a los personajes les obliga a vaciarse emocionalmente para mostrarnos todo aquello que les atormenta, que les conmueve, y que por ello mismo el espectador siente como propio. Y ello a través de un lenguaje claro, sencillo, directo, consiguiendo que algo que a priori podríamos haber pensado que nos llevaría al tedio, nos resulte asequible, ameno y disfrutemos de un buen momento.
Y si hablamos de palabra, también hemos de hablar de silencios, de imágenes y gestos que describen el bloqueo del artista, del creativo. ¿Quién no ha experimentado esa terrible sensación alguna vez en su vida al enfrentarse a un lienzo, un papel, un trozo de arcilla, un escenario vacío…?
Magnífico el trabajo de Trápala: la dirección de Juan Carlos Villanueva consigue una acertadísima puesta en escena en la que los dos actores, el mismo Villanueva encarnando a Antonio, y Ricardo Luna, como Javier, hacen alarde de su altísima profesionalidad y experiencia. Podemos decir que el escenario se les llega a quedar pequeño, yendo de la contención a la explosión, pasando por la más absoluta naturalidad. De altura el gran trabajo de expresión corporal y verbal de Villanueva, enorme la capacidad de comunicación de emociones y sentimientos de Luna, desde el silencio, desde la palabra.
Y todo ello en una escenografía que nos adentra en el sencillo taller de un pintor utilizando tecnología multimedia, donde los cuadros tienen luz propia, y el paisaje está vivo. El diseño de iluminación cumple perfectamente su cometido no dejando escapar ni un solo gesto, creando el ambiente necesario en cada momento, subrayando las evocaciones, los recuerdos.
Autor: Paco Bernal.
Dirección: Juan Carlos Villanueva
Actores: Ricardo Luna, Juan Carlos Villanueva.
Producción: Trápala Teatro.
Diseño Gráfico: José Luis Priego.
Escenografía: Miguel A. Montero / Trápala Teatro.
Vestuario: Enrique García / Trápala Teatro.
Iluminación y Multimedia: M. Ángel Ramos / Arco Visuales.
Diseño Espacio Sonoro: Francis de Haro.