17/10/2018. Teatro Echegaray. 35 Festival de Teatro de Málaga.
Texto: M.Carmen Sánchez | Fotos: Daniel Pérez / TC
Las emociones sin mordazaLa noche de 17 de enero, los amantes de Federico García Lorca acudimos al Teatro Echegaray curiosos ante el título con el que Apasionaria Teatro nos ofrecía su estreno en Málaga: Federico, en carne viva. Como las heridas que no están protegidas por la piel.
Dos únicos actores representan esta obra con texto de José Moreno Arenas, al que teníamos en primera fila: Rubén Carballés como Lorca y la directora de la obra y actriz Elena Bolaños como Margarita Xirgu, la gran actriz amiga real del poeta. Elena es también la encargada del diseño del vestuario y de la escenografía: un escenario blanco, con sábanas blancas, un espejo, un buzón, un pozo que transporta a la Vega de Granada, una alcantarilla/puerta de entrada y salida del personaje principal e, incluso, una niebla blanca.
Con estas premisas, nos sumergimos en un universo onírico donde el escenario reproduce la mente del protagonista, las personas y personajes que pueblan su mundo interior. Se refleja el concepto de Lorca de hombre como poliedro con diferentes máscaras debajo de las cuales está el vacío.
Para comprender este sistema, se requieren conocimientos del “teatro imposible” de Federico (también llamado “del porvenir”): A partir de su viaje a New York (1930), se bifurcan dos caminos en su teatro: el “posible”, escrito para llevarse a escena, el que ama su público fiel (Yerma, La casa de Bernarda Alba…) y el “imposible”, irrepresentable, según él mismo (El público, Así que pasen cinco años ). Federico, en carne viva, es una defensa, una reivindicación del propio autor de este “teatro imposible” que habla de la identidad y de la verdad, incertidumbres dentro de las cuales se enmarcan el amor y la homosexualidad. En contra, Margarita Xirgu defiende el teatro “posible”, el que el público demanda.
En nuestra opinión, para seguir y comprender (y, por lo tanto, disfrutar plenamente) el rico y elaborado texto de José Moreno Arenas en Federico, en carne viva, se necesita elevado conocimiento sobre la trayectoria vital y la obra dramática de Lorca. Deben abstenerse aquellos que busquen unas Bodas de sangre o una Yerma, obras complejas pero a la vez, cercanas. Es evidente el difícil y gran trabajo de los actores para integrar un texto lleno de metalenguaje. Muy destacable las voces en off, especialmente, la de Bernarda.
Echamos en falta más desarrollo del personaje de la Xirgu, a la que Elena Bolaños parece haber captado tan bien. Y, a pesar de que en el tramo final, el elevado volumen de los sonidos de fondo impedían escuchar con nitidez a los actores, la representación fue seguida atentamente por el público.
Federico, en carne viva, derrama las palabras del Lorca insatisfecho que definía el teatro como “la poesía puesta en pie”, tal y como hicieron los espectadores del Echegaray al fin de la obra.
Apasionaria Producciones
Texto: José Moreno Arenas
Dirección: Elena Bolaños
Elenco: Rubén Carballés, Elena Bolaños
Voces: Manuela Reina, Ïñigo Núñez, Jasio Velazco, Nacho Gómez, Almudena Ruiz