Ene 22 2015

Historia de un cuadro. El Greco en el Cervantes.

Historia de un cuadro. Euroscena. Teatro Cervantes. XXXII Festival de Teatro de Málaga. 20/01/2015. Teatro Cervantes. XXXII Festival de Teatro de Málaga.

Texto: Paco Bernal | Fotos: Miguel Gutiérrez Rodríguez

Los avatares de un desnudo

El IV Centenario de la muerte de Domenikos Theotocopulus, El Greco durante el 2014 ha dado para muchos eventos, entre ellos, Historia de un cuadro.

Historia de un cuadro. Euroscena. Teatro Cervantes. XXXII Festival de Teatro de Málaga. La obra cuenta las peripecias de un lienzo a través de siglos. Desde que un cardenal le encarga un desnudo a Domenikos hasta la barbarie nazi.

Un texto interesante de Alfonso Zurro, dirigido por él mismo y con interpretaciones medidas y acertadas de Roberto Quintana, José Manuel Seda y Manuel Caro, quienes se reparten la galería de personajes. La escenografía es efectiva y la música acompaña creando los ambientes precisos: un conjunto armonioso que sin embargo no termina de subyugar.

La explicación habría que buscarla en la propia estructura de la obra, un tanto repetitiva, artificiosa tal vez. Historia de un cuadro es un continuo remontar el curso de la historia plasmado con una sucesión de cuadros siempre separados por oscuros –a veces demasiado largos- y siempre introducidos por un actor que salta siempre la cuarta pared para siempre explicar al público –con cierto didactismo- la fecha y lugar en la que se desarrolla la acción. La continúa reiteración de este recurso otorga a la pieza un aire mecánico que unido a cierta excesiva duración, produce fatiga.

Hay más, hay algo de narrativo, de novelón que pesa sobre la obra y le distancia del arte dramático: esa trama que fluye a través de varios siglos, sus personajes a lo largo del curso la Historia, desde el Renacimiento hasta la Segunda Guerra Mundial, la trama casi detectivesca de la tabla del desnudo, la peripecia por hacerse con ella… todo ello desdibuja el conflicto entre personajes tan propio de la escena y le acerca a la novela. Viene al recuerdo La Tabla de Flandes, de Pérez Reverte, que sin tener apenas que ver, le guarda el aire.

Historia de un cuadro hubiera sido una espléndida novela.