27/12/2018. Teatro Cervantes.
Texto: Cristina Gandarias | Fotos: Daniel Pérez / TC
Un espectáculo único que nace y muere en cada función.
Como cada año Dani Rovira vuelve a casa por navidad y lo hace para beneficiar a personas desfavorecidas. Este año la diferencia es que lo ha hecho en el Teatro Cervantes, ya que el antiguo 
Teatro Alameda ahora es una obra, pero de las de toda la vida, con sus ladrillos, sus escombros, su cemento y seguro que hasta sus jubilados mirando y algún que otro curioso, por si ve asomarse a su nuevo propietario para ver como va la obra de remodelación de lo que será el Teatro del Soho CaixaBank. De hecho fue la primera broma que hizo Rovira cuando salió al escenario: "No 've' lo que ha hecho el Banderas con el Alameda, no 'vea' como le ha 'quedao'".
Las 6 funciones que han programado han conseguido el lleno absoluto con las entradas agotadas desde el minuto uno. Mucha gente joven en el teatro, en un espectáculo en el que es muy difícil conseguir una entrada por la mecánica de compra que tiene, que prácticamente tienes que conseguir unir la alineación de los planetas de siete galaxias impares consecutivas contando la Vía Láctea como la primera (por no hacerlo más difícil) y que su fecha de nacimiento sumada a la talla de sus calcetines y multiplicado por el número de veces que retrasas el despertador por las mañanas de un múltiplo de tres. Esto es una exageración, obviamente, pero si que es cierto que la manera de adquisición de entradas esta hecha para gente joven y con tiempo libre. Podemos decir que esto es una obra social más lo que consigue con esto, y es que las personas jóvenes vayan al teatro. Al salir, es una de las frases que más escuchaba entre los asistentes, que es la primera vez que iban a un teatro.
Capitaneada por el propio Dani, Clara Lago y Daniel Solano, tiene como objetivo apoyar a aquellos proyectos dirigidos a mejorar la vida de las personas más desfavorecidas, la conservación del medio ambiente y la defensa de los animales. La recaudación de estas jornadas irán destinadas a 12 asociaciones malagueñas, en la primera función las destinaron a Down Málaga y Al-farala.
Clara Lago actúa como maestra de ceremonias y va dirigiendo las improvisaciones con ayuda del público, que deciden las temáticas de manera completamente aleatoria y si la improvisación ha estado al nivel. Rafa Villena y Dani Rovira serán los encargados 
de realizar estas proezas con las dificultades que le irá indicando Clara Lago. Y Sandra Sobrino se encargará de las improvisaciones técnicas, es decir de ponerle sonido y efectos a las actuaciones. Hubo varios cameos para ayudar a los dos artistas principales, uno fue con los componentes de la compañía Impromadrid, Ignacio Soriano e Ignacio López, y otra fue con el humorista malagueño Tomás García.
El arte de improvisar requiere cierto entrenamiento y habilidad. Todos los que se prestaron a estos juegos estuvieron a un nivel superior. Resulta muy loco lo que son capaces de hacer con la palabra y la rapidez con la que consiguen cambiar de tercio o retomar otro anterior a poco que le dan la orden. Fueron nueve las improvisaciones con las que nos hicieron pasar un buen rato a la vez que se aportaba un granito de apoyo a las personas desfavorecidas. Bravo por estas iniciativas y ojalá se reproduzcan con más frecuencia a lo largo del año.
¿Quieres ayudar conmigo? 7ª edición
Fundación Ochotumbao y Manquita Producciones
Intérpretes Dani Rovira, Clara Lago, Rafa Villena y Sandra Sobrino
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