18/01/2024. 41 Festival de Teatro de Málaga. Teatro Cervantes.
Texto: Carmen Titos | Fotos: Promocionales / TC
Podríamos pensar que conceptos como la honra y el honor, ligados a la época en la que se escribió La Celestina —final de la Edad Media y comienzo del Siglo de Oro—, resultan caducos ante nuestra sociedad liberal. Pero la adaptación de Eduardo Galán dirigida por Antonio C. Guijosa logra que los temas del texto de Fernando de Rojas resulten actuales.
La Celestina fue una obra revolucionaria por muchos motivos, entre ellos por reflejar la jerga de diferentes estratos sociales, por mezclar la comedia y la tragedia y popularizar la tragicomedia, por su irreverencia, por no ser ni teatro ni novela sino novela dialogada. Hoy día, no es un texto clásico ajeno y lejano, su estela permanece y su vigencia queda patente en el montaje de Secuencia 3.
La versión de Eduardo Galán, bastante fiel al clásico, consigue conectar con el público del siglo XXI. La adaptación del lenguaje, que mantiene su fidelidad al texto originario, resulta digerible para su comprensión y entretenimiento. Apuesta por el dinamismo, la velocidad en la acción. Logra transmitir uno de los tópicos fundamentales de la obra: el carpe diem, unido a la brevedad de la vida.
La indumentaria tiene aires de época con sutiles detalles actuales. La escenografía es contemporánea con practicables metálicos que con en sus diferentes nieles y su verticalidad evocan las diferentes alturas de los muros del jardín y casa de Melibea y el burdel que regenta La Celestina. En conjunto forman un entramado que sugiere las construcciones de la ciudad. El espacio sonoro es oportuno e integrado a través de los instrumentos y canto de algunos de los personajes.
Todos los actores hacen un trabajo magnífico. Anabel Alonso logra una Celestina en su punto exacto de cocción, sólida, sin histrionismos fáciles ni estridencias. El dúo formado por Claudia Taboada (Melibea) y Víctor Saiz (Calisto) se funde, logra transmitir la pasión que viven sus personajes y aporta detalles gráciles de gran vivacidad. Claudia Taboada demuestra también mucha versatilidad en los cambios de personaje (Melibea y Areúsa). José Saiz (Pleberio y Sempronio), Beatriz Grimaldos (Elicia y Lucrecia) y David Huertas (Pármeno) cierran un elenco bien engranado que fue ganando intensidad y conexión conforme aumentaba la tensión escénica.
En definitiva, La Celestina de Secuencia 3 es un claro ejemplo de que los clásicos bien trabajados y adaptados siguen despertando la reflexión y emoción en el espectador.
De Fernando de Rojas
Adaptación Eduardo Galán
Con Anabel Alonso, José Saiz, Víctor Sainz, Claudia Taboada, Beatriz Grimaldos y David Huertas
Música original Manuel Solís
Dirección Antonio C. Guijosa