Sábado 06/11/2016. Teatro Echegaray.
Texto: Elisabet González | Fotos: Juan Mir
La Gran Competición de Variedades, diversión a todo trapo
No hay mejor plan matinal que ir a ver a los actores malagueños Manolo Albarracín y Estefanía Sandoval en la divertida obra La Gran Competición de Variedades. El Teatro Echegaray apareció lleno en las dos funciones consecutivas del domingo y para una obra con un público tan exigente como el infantil, no está pero que nada mal. Algo tendrá que ver que la compañía El Espeto Feliz tiene ya una trayectoria reconocida y querida en Málaga y cada creación de estos intensos artistas es garantía de éxito y disfrute para los espectadores. Dicen ellos de si mismos que hacen teatro en/por/para la gente de barrio, pues la gente de barrio que se presentó en el Echegaray tuvo la diversión garantizada.
Grandes y pequeños lo pasaron en grande viendo las aventuras y desventuras de dos personajes rocambolescos, astutos y deslenguados que hicieron disfrutar a un público prendido desde el primer momento. La base de la historia es bien sabida: un personaje listo y otro tonto, uno atrevido y otro cobarde, uno ingenioso y el otro torpe se enfrentan a una de las decisiones más importantes de sus vidas: crear un espectáculo brillante para presentarse a un importante concurso de variedades, para así poder ganar y obtener sus sueños. Los personajes tienen los ingredientes perfectos para conseguir su objetivo, o eso creen, pero han de ponerse de acuerdo en cuestiones importantes y ahí es donde aparecen las dificultades.
Los divertidos personajes, el Gran Capitán Farfarone y su fiel compañero y amigo Peperonni entretuvieron con sus historias, bromas y canciones mientras discutían de lo esencial. Los actores animaron a los niños que rieron y se lo pasaron en grande, mientras que los mayores disfrutaron de los guiños en clave de humor que los dos actores lanzaban cada dos por tres. Ni siquiera una rotura de micro en el último momento, empañó ni un solo instante la interpretación. Una vez más, la experiencia y el saber hacer fueron la clave.
Y por supuesto no les voy a estropear el desenlace de esta historia de amistad con mensaje incluido, para que en próximas representaciones puedan ir a verla, eso si, con la visión de un niño. La obra, como sus protagonistas, tiene los ingredientes adecuados para triunfar, trabajo bien hecho, risas y acción, y por las caras del público que se vieron al terminar, podemos decir que Farfarone y Peperonni triunfaron de todas todas.
Autora: Mali Blanco
Intérpretes: Manolo Albarracín y Estefanía Sandoval