30 Festival de Teatro de Málaga. Teatro Cervantes. 06/02/2013.
Texto: Françoise Chabassier | Fotos: Teatro Cervantes y web
El 5 y el 6 de febrero se representó en el Teatro Cervantes la obra de Juan José Millás La Lengua Madre. El monólogo de Juan Diego, a su vez colaborador, es una reflexión sobre el lenguaje que el autor ofrece al público. La dirección es de Emilio Hernández.
Un profesor va a dar una conferencia sobre el lenguaje. Poco a poco, la sala que estaba a oscuras, se ilumina y él se queda extrañado por la cantidad de oyentes que han venido a escucharlo. No sabría decir si era parte del texto, pero lo cierto era que el teatro estaba lleno. Se emociona y todos con él. Recuerda “empecé a hablar en orden alfabético“, y de estos recuerdos van saliendo fragmentos de su infancia con su familia. Esta familia, de adulto, se transforma en el mundo.
De la complicidad con el público va a surgir un magnífico juego de palabras y una crítica a la sociedad actual. El viejo profesor consulta el diccionario siguiendo el orden alfabético y reflexiona sobre el sentido de las palabras “¿qué tiene que ver ciruela y cirugía?” O “¿váter con vaticano , culo con culpa, …ave María santísima“. Sumerge a los espectadores en un mundo surrealista, lleno de humor o de amargura, dependiendo de quien utiliza las palabras. Palabras inocentes cuando un niño las pronuncia. Poéticas en la literatura. El profesor aprovecha para rendir un discreto homenaje a “El Principito” ¿Qué significa efímero?.
Con los científicos son muy precisas. Y entre los silencios que tienen una importancia fundamental en la obra, las palabras se encadenan, cobran un sentido distinto, divertido, de pequeño le pregunta a su padre lo que quiere decir “abúlico” él le contesta: “es una persona sin personalidad”, entonces, el niño saca la conclusión: “es lo mismo que una mesa sin mesalidad” o “una sartén sin sartenidad”. Palabras que alegran el día o palabras trágicas y mentirosas que a veces asesinan: desahucio, recortes, “vender productos basuras a los jubilados” o “...En lugar de calcular la capacidad de deuda, ¿Porqué no calculamos la capacidad de ahorro? no se sabe de nadie que se haya suicidado por ahorrar”, dice el profesor.
La lengua madre es una crítica a la sociedad en la que los poderosos usan palabras peligrosas para engañarnos como subprime, cashflow o prima de riesgo. Los políticos, a través de los medios de comunicación, nos han acostumbrado tanto a este vocabulario nuevo que lo utilizamos ahora, en el mercado, el autobús, los bares o sea en cualquier sitio. Empezamos a dominarlo y puede que no sea demasiado tarde para volver al seno de la lengua madre y defendernos reaccionando. Porque a las palabras les ocurre lo mismo que a la vida y como dice Juan José Millás, las palabras son “el único tesoro que es patrimonio de todos porque lo hemos construido entre todos. Y eso significa que todos y cada uno de nosotros somos coautores, por ejemplo, de El Quijote. Aunque también de los discursos de Nochebuena del Rey. Vaya una cosa por la otra.”
La interpretación de Juan Diego es excepcional, brillante, fantástica,… me faltan las palabras (¡Vaya ironía de la suerte!) para hablar de este gran actor. Es sublime.
La puesta en escena de Emilio Hernández es muy sobria pero muy adecuada para una conferencia: una mesa con su silla en mitad del escenario, juegos de luces para dar un efecto de complicidad entre el profesor y el público o alejarle.
La ovación que otorgó el público a La Lengua Madre es otra prueba de que se la puede considerar como una obra maestra. Asistir a su representación fue un momento de auténtico placer.