04/03/2017. Teatro Cervantes
Texto: Cristina Gandarias | Fotos: Elisabet González
Mentir o no mentir, esa es la cuestiónLa Mentira, las mentirijillas, las mentiras piadosas, las verdades a medias pueden ser esos acompañamientos de nuestra vida diaria que nos hacen más llevadero el día a día, aunque a veces nos hagan creer que es un peso demasiado grande para poder llevarlo en un solo cuerpo y es mejor compartirlo. Al menos esto es lo que nos mantuvo entretenidos y nos aportó dosis de humor este fin de semana en nuestro Teatro Cervantes
La historia, en un principio, plantea la duda de si contarle a una amiga que has descubierto que su marido es infiel. La aplastante victoria por tres votos en contra y uno a favor, lo deja claro ¡Nunca se debe contar! Los argumentos son también aplastantes, veamos: "Mentir, a veces, es una demostración de amistad", "La sinceridad no es un bate de béisbol con el que ir rompiendo cabezas", "Hay cierta sabiduría en que es mejor no saberlo todo", "Mentir puede ser una demostración de amor", "Estas cosas pasan todos los días"; frente a la ñoñería de "Amar a alguien significa ser sinceros el uno con el otro".
Seguramente si abriéramos un debate en la vida real sobre esto, conseguiríamos una discusión tan o más acalorada como las que últimamente nos tienen acostumbrados nuestros políticos. Por suerte, la representación fue en tono cómico, fresco y con un mucho ritmo.
Natalia Millán - Alicia- y Carlos Hipólito -Pablo- son la pareja principal, víctimas de ellos mismos, de su juego, de sus mentiras y de sus verdades. Mantienen el enredo durante todo el tiempo, sin dejarnos claro hasta el final donde y quien engaña a quien, y aún así, ya no sabes si el embuste recae sobre uno mismo o sobre la otra persona.
Armando del Río -Miguel- y Mapi Sagaseta -Laura- son los amigos necesarios para que el juego funcione. Igualmente, contribuyen a la agilidad de la trama con el descaro que exigen sus personajes, y al enredo propio para que el espectador salga con una idea más ocurrente sobre la mentira.
Pablo en un acto de defensa o de ataque, que bien podrían ser las dos cosas, aclara que cuando alguien miente se inventa historias creíbles. Hasta aquí todo es como la vida misma, pero ¿Qué ocurre cuando la credibilidad de la historia convence al propio autor? Evidentemente, la primera opción es pensar que la persona está enferma. Pero y ¿Si sólo lo hace por diversión?, se divierte mintiendo y es su modo de ver la vida, a través de pequeñas mentiras cuyo mal no va más allá de una infidelidad matrimonial. ¿Acaso amar no debería ser desear la auténtica felicidad de tu pareja? ¿Y si esta dicha pasa por el embuste y el adulterio? ¿Entraríamos en el juego?
Seguramente podríamos discutir sobre esto largo y tendido y no llegaríamos a nada. Lo que sí es cierto es que los asistentes pasamos un rato muy distraído mientras los personajes se regocijaban en sus patrañas.
Reparto (Por orden de intervención)
Carlos Hipólito. Pablo - Natalia Millán. Alicia - Armando del Río. Miguel - Mapi Sagaseta, Laura
Ficha Técnica
Dirección, Claudio Tolcachir - Versión. David Serrano - Ayte. Dirección, Nacho Redondo -Producción, Carlos Larrañaga, Nicolás Belmonte y Olvido Orovio -Ayte. Producción, Andrés Belmonte .Escenografía y vestuario, Elisa Sanz - Ayte. Escenografía y vestuario, Paula Castellanos - Iluminación. Juan Gómez Cornejo - Fotografía,. Sergio Parra - Diseño gráfico, Javier Franco - Dirección técnica, David González - Construcción escenografía, Mambo Decorados y Sfumato - Gerent,. Marisa Pino - Secretaria, Eva Sánchez - Distribución, Alicia Álvarez - distribucióngiras.com - Prensa, Ángel Galán comunicación