Dic 31 2016

La Zambomba de mi Patio en el Echegaray

La Zambomba de mi Patio en el Echegaray 23/12/2016 Teatro Echegaray

Texto: Cristina Gandarias |Fotos: Juan Mir

La Navidad en mi patio y se arma la marimorena

La navidad es esa época en la que aflora la paz y el amor a la par que las discusiones familiares, el consumismo y otros valores que la desvirtualizan. En el Patio 19 se aúnan todos esos elementos y alguno que otro más que descatoliza esta fiesta en pro de humanizarla.

El Espeto Feliz presenta una zambomba diferente, libre de connotaciones religiosas, pero incluyendo villancicos dentro de su trama. El sentido más puro de la navidad debería ser la armonía y confraternización de las diferencias. Esto se ha perdido y se ha vuelto una fiesta en la que prima comer, beber, comprar y gastar (véase el ejemplo del alumbrado de calle Larios versus familias sin recursos en barriadas pobres)

En esta zambomba se unen y rivalizan barrios ricos y barrios pobres, gays y "chonis", pijos y gitanos, etc. todos con el propósito de ser los mejores en un certamen de villancicos. Con este sentimiento han montado un espectáculo diferente. Un zambomba donde no solo hay villancicos, hay humor, flamenco, jazz, claqué, hasta Michael Jackson se deja caer con un toque "aflamencaito".

Manolo Albarracín, una de las almas mater de la compañía, despliega todo su plumaje y muestra una gran versatilidad como showman haciendo triplete de personajes, cante, claqué, flamenco y transformismo. Él, junto a Estefanía Rueda Sandoval han creado el Patio 19, en el que se puede ver con mucho arte lo que llevamos en el interior, muy en el interior y que debiríamos sacar más a menudo. Como dice "Er Nano" (los seguidores de Patio 19, saben de quien les hablo. Los que no los sigáis, ya podéis empezar): "Estamos educados para desconfiar" y de ahí que los telediarios tengan tantísimo material para su programación.

La Zambomba de mi Patio en el Echegaray Volviendo a la obra, ha resultado altamente sorprendente el trabajo de todo el elenco consiguiendo que en un espectáculo tradicional navideño que se presenta por un transformista, y se mezclan voces jazzísticas con flamencas, zapateaos calé con claqué, peleas con reconciliaciones, la opulencia con la indigencia, no se hiera ninguna sensibilidad, pues bien, en mi humilde opinión, esto es La Navidad.