24/01/2024. 41 Festival de Teatro de Málaga. Teatro Cervantes.
Texto: Carmen Titos | Fotos: Promocionales/TC
La obra comienza tras la muerte de Adela, el trágico final de La casa de Bernarda Alba da paso al lamento de Poncia, la criada. La voz de Lolita, tras cortinas, da inicio a un monólogo lleno de sentimiento a partir de los temas lorquianos que durará hora y media.
En el texto de Luis Luque, Poncia habla consigo misma, pero también se dirige a Adela, a Pepe El Romano, Bernarda, Josefa y a las hermanas de Adela: Angustias, Magdalena, Amelia y Martirio. Establece un diálogo con los demás personajes de la obra cargado de reproches, consejos, reflexiones, quejidos y lamentos.
Poncia siente la muerte de Adela, la más valiente de las cinco hermanas, llora por su trágico fin y espera que su muerte sirva para algo. Pero la criada también reivindica su propia personalidad, tras a una vida dedicada a otras como la fiel servidora de Bernarda (“solo soy una criada, todo te lo he dado, Bernarda”), destapa las injusticias de su ama y defiende su propia historia.
Los temas de La casa de Bernarda Alba fueron interpretados con esmero y desarrollados de forma profunda: el deseo de libertad encarnado en Josefa y la represión asociada a la figura de Bernarda, las apariencias, la hipocresía, la fachada, la situación de la mujer, las envidias y rivalidades entre las hermanas, el conflicto entre libertad y autoridad, la violencia, la pasión, el erotismo. El canto a los segadores se presenta como un momento de frescura frente a la incesante queja.
La escenografía, depurada y simbolista, fue un elemento esteticista con el que recrearse la vista. De forma plenamente artística, cada cuadro combinó luces, colores, formas de las cortinas e imágenes alegóricas en consonancia con la atmósfera de cada cuadro.
El texto y dirección de Luis Luque, la herencia lorquiana y la interpretación de Lolita se configuraron como un trabajo redondo. Pero la crítica de este artículo se dirige al público y el mal hábito de no silenciar los móviles en el teatro. En el clímax, en el momento más álgido de la obra, durante el silencio dramático más conmovedor, comenzó a sonar un teléfono móvil insistente y largamente, aunque lo más espeluznante fue que la persona lo cogió y respondió a viva voz la llamada.
Finalmente, la obra cerró con la tensión requerida, el público se alzó para ovacionar el trabajo de Lolita. Esta dedicó muchas palabras de cariño al público y a sus muchos amigos que estaban entre los espectadores (como María del Monte o Diana Navarro) que habían ido desde diferentes puntos de la geografía española para verla actuar. También, reservó unas palabras para aleccionar al público con gracia, apuntó:
Pentación Espectáculos y Teatro Español
De Luis Luque a partir de La casa de Bernarda Alba, de Federico García Lorca
Con Lolita
Dirección Luis Luque
1.10 h (s/i)