31/01/2021. 38º Festival de Teatro de Málaga. Teatro Cervantes,
Texto: M.Carmen Sánchez | Fotos: Promocionales TC
Desde que se publicara en 2018 el libro de Santiago Lorenzo Los asquerosos no ha dejado de crecer el éxito de esta divertida novela que lleva más de 150.000 ejemplares vendidos y se está traduciendo a varios idiomas (entre ellos, el chino). Por tanto, adaptar a teatro una novela que ya goza de tanta celebridad, no debía ser tarea fácil. Los atrevidos fueron Jordi Galcerán y Jauma Buixó con el respaldo de Octubre Producciones, la dirección de David Serrano y las bendiciones del propio Santiago Lorenzo. Podemos asegurar que la expectación por comprobar si en las tablas se reflejaría el universo del libro que tan buenos ratos nos hizo pasar a sus lectores, era considerable.
El protagonista, Manuel, comete accidentalmente un acto violento (con un destornillador) contra un policía. Atemorizado por sus propios actos, recurre a la ayuda de su tío y juntos urden un plan. Manuel escapa de Madrid y busca refugio en una casa vieja y deteriorada en una aldea deshabitada, donde encontrará la paz y la felicidad hasta que aparecen unos vecinos domingueros con su incultura y vulgaridad: la “mochufa”. Por tanto, el primer problema para adaptar el libro al escenario era reflejar los espacios y se logra con sobresaliente a través de un escenario móvil que representa la casa del tío, el pueblo o la vieja casita donde se refugia. Un recurso muy conseguido fue dividir la visión del espectador en dos, como una pantalla de cine con el método split-screen.
Es muy difícil encontrar la fórmula para condensar en una hora y media una trama sin diálogos expresos. El narrador es el tío de Manuel (espléndido Miguel Rellán) y sus conversaciones telefónicas con Manuel, hacen la obra amena, dinámica y tan graciosa como el libro. Y, créanme que era ardua tarea porque en Los asquerosos uno de los protagonistas es el propio lenguaje: frases complejas, palabras imposibles e inventadas que alcanzan el culmen con la divertidísima descripción de sus vecinos, la “mochufa”, esa barbarie de fin de semana que no respeta la naturaleza y es incapaz de guardar silencio (de su boca salen “botes de caca semántica”), disfrutar del entorno. Ellos le producen tal asco que de ahí el título de Los asquerosos. El texto de la dramaturgia es tremendamente respetuoso con el del libro.
Miguel Rellán es el tío de Manuel, vestido con su pijama a cuadros, demasiado holgado, nos recuerda a un clown. El genial Secun de la Rosa, es Manuel y, después de verlo en el escenario, ya no nos imaginamos otra cara y otro cuerpo para nuestro antihéroe. Transmite el espíritu del Manuel de las páginas y se sabe que la elección de este actor fue muy del agrado del propio Santiago Lorenzo ya que ambos eran amigos desde hace tiempo. Por las risas cómplices, creemos que el público, en su mayoría, se había leído el libro y disfrutó tanto como nosotros de los diálogos y situaciones hilarantes.
Aunque la obra sea una comedia, no deja de tocar temas sociales y políticos como la referencia a la Ley Mordaza de 2015. Pero el fondo es la España vaciada, los pueblos y aldeas abandonado por las migraciones urbanas y, especialmente, el elogio a la vida retirada, el beatus Ille que cantaba Horacio y que convierte a Manuel en un misántropo.
Confesamos que, como conocedores de la obra literaria, jugamos con ventaja en el Teatro Cervantes, disfrutamos doblemente al comprobar el respeto de la adaptación y al materializar a los singulares protagonistas. Háganse un favor, no se pierdan Los asquerosos.
Octubre Producciones y Teatro Español
Autores Jordi Galcerán y Jaume Buixó sobre la novela de Santiago Lorenzo
Con Miguel Rellán y Secun de la Rosa
Dirección David Serrano