22/01/2022. 39 Festival de Teatro de Málaga. Teatro Cervantes.
Texto: M.Carmen Sánchez | Fotos: Promocionales TC
No dudamos un segundo en asistir a la versión de Los Pazos de Ulloa que Secuencia 3 traía al 39 Festival de Teatro de Málaga no solo porque es una de las grandes novelas naturalistas del siglo XIX sino por su autora, la insigne doña Emilia Pardo Bazán de la que se celebró el centenario de su muerte el pasado 2021. Lo mismo debió de pensar la gran cantidad de público que llenó el Teatro Cervantes. Excelente noticia: los clásicos no mueren y siguen levantando pasiones.
Los Pazos de Ulloa se desarrolla en la Galicia rural de finales del siglo XIX donde la pervivencia de prácticas de servidumbre casi feudales estaba totalmente vigente (como en toda España). Los personajes son fascinantes y representan los estamentos sociales a la perfección: en la cúspide está el marqués de Ulloa, violento y colérico, para él lo más importante es cazar perdices, tener un hijo varón y que nadie ponga en entredicho su hombría (excelente Marcial Álvarez) . Esta categoría de “los ricos” se complementa con su tío de Santiago de Compostela, hombre más docto e ilustrado y sus hijas, una de las cuales tendrá la desgracia de contraer matrimonio con el agresivo marqués. Bajando escalas sociales, nos encontramos con el médico, liberal y rival político del conservador marqués. El clero no sale bien parado de la pluma de doña Emilia que lo retrata como oportunista, lujurioso y cegado por la gula. Y, el pueblo llano: la servidumbre de la casa representada por Sabel, la concubina del marqués con el que tiene un hijo bastardo y el padre de esta que no es sino el dueño de todo, incluida la voluntad de su señor. El nombre no puede haberse elegido mejor: Primitivo.
La historia es narrada por el sacerdote don Julián (magnífico Pere Ponce) hijo de cocinera cuya única salida de la pobreza fue convertirse en cura. La pobreza es uno de los temas destacados en Los Pazos de Ulloa porque empuja a los personajes a la sumisión, a la superstición, al crimen y retrata la sociedad rural de la época.
El otro gran tema, como no podía ser de otra manera, es la figura de la mujer: las mujeres (ricas o pobres) son sumisas, esclavas de su rol social, cosificadas y sin un ápice de decisión. Por supuesto que este feminismo latente en la obra es el de la propia doña Emilia Pardo Bazán, defensora de los derechos femeninos, primera mujer catedrática de universidad en España a pesar de que a ella misma se le negó la educación universitaria (estuvo prohibido para las mujeres asistir a la universidad hasta finales del siglo XIX). Culta y gran viajera, se casó con 16 años y se separó. Todo un verso libre decimonónico. El hecho de que en 2021 se haya celebrado el centenario de su muerte ha abierto las puertas (y muchas mentes) al estudio y mayor conocimiento de la figura de esta gran autora que publicó Los Pazos de Ulloa al mismo tiempo que Clarín La Regenta.
De la obra disfrutada en el Cervantes solo podemos poner el reparo de la mala calidad del sonido que impedía la nítida comprensión de todo el texto. Las interpretaciones de Pere Ponce, Diana Palazón, Marcial Álvarez, Francesc Galcerán, Esther Isla y David Huertas son estupendas, destacando especialmente a Pere Ponce y Marcial Álvarez en el ingrato papel que tuvo que desarrollar.
Leer a los clásicos es fascinante porque se descubre nuestro pasado y el porqué de nuestro presente. Si, además, asistimos a una adaptación que no pierde el espíritu que la escritora quiso proporcionar a su creación, es doble placer. A sus pies, doña Emilia.
Emilia Pardo Bazán
Secuencia 3
Autora Emilia Pardo Bazán
Adaptación Eduardo Galán
Con Pere Ponce, Diana Palazón, Marcial Álvarez, Francesc Galcerán, Esther Isla y David Huertas
Música original Íñigo Lacasa
Dirección Helena Pimenta