11/02/2017. Teatro Echegaray. 34 Festival de Teatro de Málaga.
Texto: Gregorio Filograna Fotos: Promocionales / TE
El personaje de Medea siempre me pareció interesantísimo y hasta el sábado 11 de febrero nunca tuve ocasión de verlo en escena. Esa oportunidad me la brindó Aitana Sánchez Gijón con una desgarradora y muy física interpretación que durante algo más de una hora tuvo al público pegado a las butacas.
La puesta en escena fue muy simple, consistía en una silla situada entre el centro y segundo término derecha. Una vez entró Aitana en el escenario estuvo explicando brevemente lo que le motivó a la interpretación del personaje, que anteriormente había trabajado y quiso volver a hacerlo con Andrés Lima con una estructura algo confusa en ocasiones pues iba a caballo entre lectura dramatizada, diálogos entre Medea, Jasón y Creonte y monólogos desgarradores de la propia Medea cuyo resultado final fue la inevitable catarsis del público asistente.
Como decía, una interpretación muy física en la cual durante un momento determinado precisó que Aitana dispusiera de protección en las rodillas y un esfuerzo de técnica vocal por momentos titánico mientras, entre otras cosas clamaba ¡Jasón, me debes un hermano! en recuerdo de como cometiera en el pasado un terrible crimen fraternal para que ambos pudieran huir de la Cólquide con el vellocino de oro. Los efectos de sonido acompañaron muy bien a la acción, así como las luces, especialmente reseñable un momento en el que tras ella se proyectó una sombra que crecía de forma terrible representando el monstruo en el que se estaba convirtiendo.
Un muy buen trabajo de una obra eterna, a caballo entre las versiones de Eurípides y Séneca y un personaje maravilloso que cualquier actriz desearía interpretar en algún momento de su carrera.
(Lectura dramatizada de la obra de Séneca)
Versión y dirección Andrés Lima
Con Aitana Sánchez Gijón
1.10 h. (s/i)