Viernes 16/01/2015. Teatro Cervantes. XXII Festival de Teatro de Málaga.
Texto: Elisabet González | Fotos: Yolanda Montiel
El XXXII Festival de Teatro de Málaga se alza con una de las propuestas teatrales más ovacionadas de la temporada. Se trata de Misántropo, en la adaptación libre que ha realizado Miguel del Arco del texto original de Molière. Es interesante ver como textos escritos hace cuatro siglos tienen tantos ingredientes de rabiosa actualidad. Si la misantropía se define como la actitud social y psicológica caracterizada por la aversión general hacia el género humano, ¿Cómo podemos encajar esa intensa actitud solitaria con una época como la nuestra, en la que el ser humano es por sistema el elemento central de esta sociedad de la comunicación y la interrelación?
Se abre el telón y vemos lo que va a ser el punto de encuentro y desencuentro de nuestros personajes. Un callejón casi sin salida dónde todos los elementos está cuidadosamente escogidos para participar en la escena. Nada está puesto al azar en este lugar lleno de luces y sombras que van a atrapar al espectador desde el primero momento. Aparecen nuestro atribulado protagonista, Alcestes, y su cómplice y amigo Filinto dando el pistoletazo de salida a lo que va a ser una obra llena de contradicciones humanas. Se pone en tela de juicio la amistad, la honestidad y la sinceridad, valores éstos tan escasos en el grupo que acompaña al apenado protagonista de esta historia.
Mucho me temo que Miguel del Arco ha sabido plasmar en un puñado de individuos lo que tan irremediablemente abunda en nuestro actual juego de relaciones humanas: la necesidad de huida de un protagonista incomprendido, asustado y amedrentado por una sociedad en las que imperan valores como la falsedad, la adulación y la avaricia; una figura femenina como Celimena, para la cual la exposición pública de su belleza es la única forma de vida posible; un amigo como Filinto el cual lucha entre la necesidad de adaptación y la lealtad; un artista mediocre como Oronte, triunfador de una sociedad consumista de arrogancia. El resto de actores completan el grupo de falsos camaradas, dando al conjunto un mayor juego de envidias y engaños, si cabe.
Con una escenografía sencilla pero realista, unas conversaciones rápidas e intensas y una actuación impecable de los actores, Misántropo nos llega hasta lo más hondo de nuestros corazones. La puesta en escena se remata con una delicada iluminación y unos completos temas musicales. Las ausencias atemporales en las que el protagonista cae como sumido en un profundo sueño son momentos en que el espectador reacciona y se une a los angustiosos pensamientos de nuestro héroe.
El tema es radicalmente actual y nos toca de cerca en mayor o menor medida. La adaptación textual y teatral de una obra del siglo XVII nos tiene que hacer reflexionar sobre el género humano y sobre la dirección en la que queremos seguir avanzando. Y como dice nuestro atormentado protagonista, la verdad es siempre un tema delicado....En este caso que nos ocupa, la verdad se alza por encima de cualquier resquicio de duda, cuando decimos que Misántropo, de Miguel del Arco y su escogido elenco de actores es una obra imprescindible para nuestro espíritu. Seguro que nos lleva, aunque sea un poco, a una mejora del entendimiento humano.
Reparto
Alcestes: Israel Elejalde
Filinto: Raúl Prieto
Oronte: Cristóbal Suárez
Celimena: Bárbara Lennie
Cilitandro: José Luis Martínez
Elianta: Miriam Montilla
Arsinoé: Manuela Paso
Equipo Técnico
Versión y Dirección: Miguel del Arco
Ayudante de Dirección: Aitor Tejada
Escenografía: Eduardo Moreno
Iluminación: Juanjo Llorens
Sonido: Sandra Vicente (Studio 340)
Música original: Arnau Vilà
Coreografía: Carlota Ferrer
Vestuario: Ana López
Vídeo: Joan Rondón, Emilio Valenzuela
Cartel: Rondón & Moreno
Fotografía: Eduardo Moreno
Materiales promoción: Cultproject
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