Teatro Cánovas 27/03/2012
Texto: Carmen Baquero | Fotos: web de la Cía
PH14 (Génesis) es la propuesta escénica que Teatro de los Orígenes puso sobre el escenario del Teatro Cánovas con motivo del Día Mundial del Teatro, el martes 27 y el miércoles 28 de marzo. Ésta es la última de la serie de Performances Hilvanadas.
Teatro de los Orígenes toma numerosos rincones del Cánovas para mostrar diferentes piezas que hilvanan esta ceremonia por la que el espectador está invitado a peregrinar.
Fruto de un proceso ininterrumpido de experimentación surge PH14 (Génesis).
El director y dramaturgo Miguel Palacios ofrece su última entrega de la serie PH que surge a partir del texto Pequeño estudio sobre un retrato, obra cuya autoría corresponde al propio Miguel, y su permanente preocupación por el ser humano y la búsqueda de la felicidad. Temática que centra su investigación.
La propuesta oferta la posibilidad de ver las diferentes piezas que componen esta ceremonia entre espectadores y actores, en cuatro espacios distintos y alternativos a los habituales. Acierto el de sacar el teatro de su marco ordinario para ofertar otro prisma. La primera performance que abre este recorrido se sitúa en el hall del teatro en el que las actrices rodeadas de los espectadores asistentes diseccionan y reiteran a tres voces y de modo simultáneo textos, a ratos desgarradores, que atan y desatan de la mordaza de la infelicidad a los personajes que interpretan.
Las herramientas que emplean son múltiples, navegando entre los gestual y lo textual y tomando elementos de la danza, acompañados de una teatralidad con ligeras dosis expresionistas.
La resulta es un diálogo con el público que, a modo de pulso, se mide en fuerzas, con el empeño por seguir lo que acontece a estos personajes que luchan con sus pequeñas y grandes frustraciones.
Los textos, que el espectador recibe a retazos y fragmentados, vislumbran una poética descarnada que se intuye pero que, a veces, se torna difícil de seguir, por la simultaneidad de los mismos y las acciones.
La reiteración y la ruptura serán una constante que hilvanará estas performances que confeccionan un todo.
Una segunda pieza que traslada a los espectadores a ver lo que acontece desde otra óptica y los sumerge en otro estadio de este particular ritual. Especialmente significativo es el momento en el que las actrices ofrecen unos textos desde una quietud y sinceridad que hieren muy fino, como si arañaran despacito y bien firme con un alfiler.
Las dos últimas piezas se desarrollan dentro de la sala, la primera a pie de escenario y la última sobre las tablas del Cánovas.
Especialmente sincero es el duelo que se establece entre las actrices para culminar este ceremonial de la misma manera que empezó, con tres actrices, esta vez, sobre el escenario.
Destacaría la entrega del reparto actoral y, cabría señalar la absoluta verdad que desprenden las intervenciones de la actriz que cierra el ciclo con un número de danza con toques de flamenco francamente brillante.
Esta Génesis que conforma PH14 es una experiencia artística más que un espectáculo al uso. Son pedazos que hay que coser de forma conjunta.
En algunas ocasiones los tempos se dilataban -no logro vislumbrar si de modo consciente o por los avatares que trae consigo un estreno- diluyendo la comunicación con el espectador. Casi dos horas de ceremonia se me antoja quizá una ceremonia un tanto extensa. Y eché en falta entre los hilos que tejen esta particular génesis, algunos de los ingredientes que, con maestría y acierto, nos dedicaba Malkovich en su manifiesto, que el trabajo sea convincente y original, que nos ayude a reflejar la cuestión de lo que significa ser humano.
La catarsis del fondo, pues, se quedó al servicio de la forma.
No obstante, pararse a investigar y bucear en los recovecos de la infelicidad y tomar de las muchas herramientas que el hecho escénico nos da, el armazón para parir esta propuesta, es un acto de agallas tan necesario como lleno de arrojo.
El hecho escénico está lleno de posibilidades y que mejor día que el Día Mundial del Teatro para caminar de la mano con los componentes de Teatro de los Orígenes y su planteamiento de la existencia humana y los golpes que la sacuden.
Concepción, Dirección y Dramaturgia: Miguel Palacios
Luces y Sonido: Virginia Rodríguez
Performers: Jara Golvano, Lucía González, Rosa María Molina, Irma Veiga y Andrea Vargas