25/10/2015. Teatro Echegaray.
Texto: Cristina Gandarias | Fotos: Elisabeth González
Si llega el final de una obra y el público tiene dudas sobre si es el final o no, si hay que aplaudir o no, pero sí tiene meridianamente cristalino que lo de levantarse es solo para irse, es que algo no ha ido bien del todo. El texto de Mariano Rochman presenta una historia que hace que el espectador se vea reflejado en muchas situaciones. La vida en pareja suele seguir la trayectoria que se describe: intriga, emoción, diversión, incomodidad, incomunicación, ira y fin. Inconclusa y absurda. Impropia de seres inteligentes. En esto radica el éxito de esta pieza. Nos hace ronronear en nuestra masa encefálica, una y otra vez. ¿Cómo es posible que alguien con quién se ha compartido tanta intimidad se convierta en una persona extraña?.
La actuación se quedaba a medio camino, a veces poco creíble, a veces genuina, sobre todo en las partes donde se jugaba con el sofá, la expresión corporal y la música. En algunas ocasiones, conseguían arrancar algunas carcajadas, en aquellos momentos, en los que nos veíamos, más o menos reflejados, en la absurda situación que provoca un tremendo problema como pueda ser una carpeta en lugar incorrecto o una salida con los amigos.
A falta de una vuelta de tuerca para un lado o para otro, hacia el drama o hacia la comedia, se nos queda esta Pieza inconclusa para sofá y dos cuerpos. Si acudo a mi particular barómetro (la incondicional pareja de edad avanzada de la primera fila) les diré que él aplaudió y ella no; el resto del patio de butacas -a medio llenar- aplaudimos sin más a un solo saludo.
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Doble Sentido Producciones
Autor y dirección: Mariano Rochman
Actores: Blanca Oteyza y Mariano Rochman
Música: Ale Martí
Duración: 1.15 h. (s/i)