02/10/2015. Teatro Echegaray.
Texto: Carlos Mesa | Fotos: web
A veces la sociedad española me descoloca notablemente. No sé cómo explicar que haya espectáculos de una calidad pésima que llenen el Teatro Cervantes —todos sabéis a cuál me refiero—; y otros, como del que vengo a hablar hoy, no llegan ni a la mitad del aforo del Teatro Echegaray, muestran ser un espectáculo de calidad, creado por una compañía de una profesionalidad clara y que, además, transmiten un mensaje muy necesario.
Sexpearemente es una comedia basada en el humor absurdo y con tintes irónicos e inteligentes que nos intenta mostrar lo duro que es el mundillo del teatro. Nos cuenta la historia —probablemente autobiográfica en la mayoría de las escenas— de la compañía, desde su creación en la escuela de Arte Dramático hasta la actualidad, cuando la crisis asesina poco a poco este arte milenario.
Siendo claro, no tenía muchas expectativas sobre Sexpearemente cuando entré a verla. Sabía el tipo de humor que se gastaba, y realmente no soy muy afín a él, pero en cambio se tiene una carcajada constante durante casi los 120 minutos que dura el espectáculo, con lo que consiguen no dejar a ninguno de los asistentes indiferentes.
Resaltar, sobre todo, la dirección de la obra. Un sobresaliente alto, pues se ve que está dirigida con gran mimo y tacto, buscando una estética que impacte en el espectador, cosa que consigue con creces. El guión, que podríamos decir que está dividido en sketches, mantiene el mismo nivel de la dirección.
La interpretación de los actores Santiago Molero y Rulo Pardo también son magistrales. Dos grandes profesionales sobre un mismo escenario, que se complementan a la perfección y mantienen la fuerza durante toda su actuación.
Una escenografía sencilla pero usada de una manera auténtica data de una mayor autenticidad a este espectáculo, a lo que se le suma la gran importancia que la música tiene en él.
Sin duda, lo que más me ha gustado de Sexpearemente es el mensaje que transmite de una forma clara: "Tenéis que cuidar la cultura porque si no mataréis a vuestros autores y los teatros dejarán de llevar sus nombres", esta última crítica la realiza a lo que parece que se ha puesto de moda en Madrid: cambiar el nombre de los teatros por marcas de seguros y helados. "Dadle al teatro el tamaño que se merece. Antes de arrodillarse ante el poder dadle voz a vuestras rodillas. No os dobleguéis. ¡Que caguen de pie!".
Sin duda, Sexpearemente es un espectáculo totalmente necesario en nuestra vida de espectador, porque es teatro de verdad, de calidad. Y a los que no les guste, en honor a ellos… "¡Que caguen de pie!".
Guión y dirección: SeXpeare
Interpretación: Santiago Molero y Rulo Pardo