Teatro Cánovas. 04/02/2012
Texto: Miguel Ángel Barba | Fotos: Web Teatro de la Abadía
Por tercer año consecutivo Mi yo espectador acude a su cita con Teatro de La Abadía, una compañía madrileña que nunca defrauda ni lleva a desengaño alguno. Primero fue en mayo de 2010 cuando nos visitaron y nos dieron "momentos brillantes" con El Arte de la Comedia de Eduardo de Filippo, en 2011 nos acercaron a un "Cervantes del siglo XXI" con "El coloquio de los perros" y para esta ocasión se nos presentan con "En la luna", un encargo hecho expresamente por La Abadía a Alfredo Sanzol.
Sanzol (Madrid, 1972), uno de los adelantados de la nueva hornada de autores españoles, califica esta obra -que es su quinto proyecto como dramaturgo- como "una mezcla de ficción y sueños".
En la luna es un conglomerado de recuerdos, que pueden ser reales o no, pero que surgen de la mente de Sanzol tras su experiencia como padre, y como un "a modo de reconstrucción de recuerdos infantiles". Una memoria, histórica, plagada de personajes e historias que, nos hayan sucedido o no, reconocemos y nos resultan familiares, pertenecen al imaginario de toda una generación; algunas absurdas, otras negras, pantagruélicas o completamente vivenciales, todas cargadas de humor emotivo, bien afinado y agudo, sarcasmo y ternura a partes iguales. Como una cascada van surgiendo en forma de ensoñaciones, cuertos cortos, evocaciones o secuencias de memoria reconstruida que, siguiendo una esructura de sketchs, producen en el público una oleada de risas que desde la fantástica escena en la que se organiza el zipizape en un cumpleaños y no permite descansar de las carcajadas al respetable, hasta la estrambótica reunión de hijos de ejecutores y ejecutados al pie de una fosa común del franquismo, pasando por la esposa hastiada que anonimamente escribe relatos eróticos para el Interviu, los niños con el telescopio y sus descubrimientos iniciáticos en el voyerismo, conforman un rosario de interpretaciones muy destacadas. El elenco logra caracterizar todos y cada uno de esos personajes que jalonan nuestra memoria, grabados desde la infancia plena de transición. Muy buena dirección de actores.
La escenografía, de características minimalistas, sin apenas elementos, la proyección al fondo y el paisaje lunar, aciertan a dotar la acción de esa atmósfera que centra la atención en lo que ocurre, no en lo que hay. Junto a una iluminación y un espacio sonoro acertadamente compuestos producen el efecto deseado en el público, concentración en la escena, enmarcar las acciones, apoyar y dar basamento a la dramaturgia. El lenguaje rico de Sazol, cargado de matices e intencionalidades que salen disparadas desde el escenario hacia el público, todo ayuda a conformar un espectáculo notable con tendencia al sobresaliente. Muy propio de las propuestas de Teatro de la Abadía que nunca decepcionan.
Reparto
Juan Codina
Palmira Ferrer
Nuria Mencía
Luis Moreno
Jesús Noguero
Lucía Quintana
Ficha artística
Texto y dirección Alfredo Sanzol
Escenografía y vestuario Alejandro Andújar
Iluminación Pedro Yagüe
Música Fernando Velázquez