19/01/2025. Teatro Cervantes. 42 Festival de Teatro de Málaga.
Texto: M.Carmen Sánchez | Fotos: promocionales TC
En la categoría de Teatro en Femenino, con la colaboración del Área de Igualdad de Oportunidades del Ayuntamiento de Málaga, el 42 Festival de Teatro de Málaga nos trajo al Teatro Cervantes la obra Todas las hijas, una obra valiente a la par que necesaria, candidata a Mejor Espectáculo y Mejor Dirección en los XXVII Premios Max.
Cinco actrices se reúnen por la noche en un local para ensayar una obra teatral. Lo que, a priori, parece una actividad sencilla, va produciendo en ellas una especie de catarsis, una necesidad de verbalizar traumas y episodios oscuros que sufrieron por el hecho de ser mujeres. Claro que, la obra que ensayan es, ni más ni menos que La casa de Bernarda Alba de Federico García Lorca. El título no es mencionado, pero hay partes de este texto que forman parte de nuestra imaginería colectiva y popular, como el lamento de la criada tras la muerte del señor: “Fastídiate, Antonio María Benavides (…) ¡Fastídiate! ¡Ya no volverás a levantarme las enaguas detrás de la puerta de tu corral!”. Este clamor de la criada refiriéndose a abusos sexuales abre la caja de Pandora de las 5 mujeres.
Todas las hijas es metateatro presentado en forma de drama la mayoría del tiempo (es lo que tiene expresar experiencias abusivas y traumáticas), pero deja una parte también para la comedia: cuando las actrices son simples mujeres trabajando y compartiendo un roscón de Reyes. Todo es efecto de la importante figura materna de Bernarda Alba: cada una de ellas habla de su propia madre de forma tan divertida (y real) que el público del Cervantes cesó de toser para reírse a carcajadas. Son reales y espléndidas actrices (Pilar Matas, Gemma Martínez, Maribel Salas, Sol Maguna y Vito Rogado). Y lo son porque poseen la capacidad de transitar desde la comedia más hilarante hasta el drama que ,nos consta, incomodó a parte del público. Abusos sexuales desde niña por miembros de la propia familia y un sacerdote, prácticas sexuales denigrantes, experiencias humillantes en comisarias cuando se decide denunciar las agresiones, etc, etc. El texto escrito por David Caiña sobre el proyecto de Gemma Martínez (acriz también en Todas las hijas) está basado en testimonios absolutamente reales de actrices en un taller que duró año y medio. Escalofriante.
El tema principal es el MIEDO, con mayúscula. El miedo femenino cuando alguna camina sola por la calle y escucha pasos detrás, el miedo que les impide dormir. Miedos atávicos. Y las cinco se unen en el escenario contra sus miedos (realidad y ficción). Es el mismo miedo que también infunde Bernarda a sus hijas. Todas somos un poco hijas de Bernarda.
Todas las hijas es muy buena obra y con algún texto muy duro que estremece oír. Es por esto que se nos escapa al entendimiento el pésimo comportamiento de una parte del público (no precisamente joven) que no dejaba de mirar su móvil con el consecuente brillo e iluminación que ello conlleva. Existen personas que no han adquirido cultura de teatro. Es una falta de respeto al resto del público y, principalmente, al elenco actoral.
No obstante, si usted se encuentra entre aquellos espectadores que aman y disfrutan del buen teatro, vayan a ver Todas las hijas allá donde se represente, es una gran obra, amor y pedagogía.
De David Caiña
Dramaturgia, David Caiña y Andrés Lima a partir de una idea original de Gemma Martínez
Con Pilar Matas, Gemma Martínez, Maribel Salas, Sol Maguna y Vito Rogado
Dirección, Andrés Lima
Producción, Erre Produkzioak y Diputación de Bizkaia en colaboración con el Teatro Arriaga