Nov 27 2012

Teatro  Cánovas. 23/11/2012.

Antonio Dechent y Roberto Quintana en Tomar Partido"Tomar partido": teatro para público inteligente

Texto: Miguel Ángel Barba | Fotos: web de la Cía

Entre el 21 y el 24 de Noviembre se estrenó en el Teatro Cánovas Tomar partido (Taking sides) del autor sudafricano Ronald Harwood, a quien se le nota la vena de guionista cinematográfico. La propuesta atraía desde el momento en que detrás del montaje figuraba La Fundición de Sevilla. Si además el elenco está encabezado por Antonio Dechent y Roberto Quintana. Si a todo esto se le suma la magnífica dirección de Pedro Álvarez-Ossorio y que la historia prometía... Solo podía tener dos consecuencias claras: la primera era que no me la podía perder, la segunda que sería un gran trabajo, seguro.

otra escena de tomar partidoLa obra está ambientada en los inicios de la 2º postguerra mundial, en los difíciles días de los juicios para dilucidar quiénes fueron partícipes del genocidio, el latrocinio y las atrocidades protagonizadas por los nazis y quiénes lo permitieron sin levantar un dedo o la voz. Plantea un serio dilema que conforme avanza la trama se convierte en un verdadero desafío para el público, un público que si espera salir del teatro con una conclusión clara y con respuestas a dicho dilema está muy equivocado. Es más, lo más probable es que el respetable salga con más interrogantes de las que pudiera tener al entrar.

Yo debo reconocer que salí plagado de dudas que debo agradecer al perfecto planteamiento y tratamiento que se hace de una temática que, en manos de otros autores, actores y directores podría haber derivado hacia vericuetos mucho mas simplistas, preenjuiciadores, victimistas y dictaminantes.

otra magnífica escena de Antonio Dechent y Roberto QuintanaLa obra y el montaje giran en torno a la investigación e interrogatorios que se llevaron a cabo sobre la persona de Gustav Heinrich Ernst Martin Wilhelm Furtwängler, grandísimo director de orquesta y compositor alemán, muy controvertido por no haber abandonado Alemania cuando el partido nazi comenzó con su política de limpieza étnica, como hicieron en su momento otros de la talla de Otto Klemperer, Fritz Busch, Bruno Walter o Jascha Horenstein. Un prototípico militar yankee, inculto, maleducado y engreído, se regodea en la situación del artista y rebusca en las letrinas personales de cada cual intentando encontrar algo a lo que aferrarse. Un magnífico Antonio Dechent caricaturiza y retrata a la perfección al comandante Steve Arnold, recibiendo el feedback de otro grande de la interpretación andaluza y española, Roberto Quintana, que interpreta magistralmente la desazón mezclada con la soberbia del idolatrado artista, el arrepentimiento con la justificación, la pena del corazón con la grandeza espiritual y entre ellos, con la boca pequeña, un gran Emilio Alonso que traza tres papeles distintos pero con multitud de matices, desde el dulce y recatado músico de segunda, hasta el traidor resabiado y envidioso. Todo esto dentro de una gran escenografía de Vicente Palacios, con un espacio sonoro cargado de enormes sensaciones musicales y con una notable dirección, logran redondear un espectáculo que transporta, toca la fibra, remueve las entrañas y despierta los cerebros.

La Fundición de Sevilla no especula con la capacidad intelectual del espectador...  manda los deberes para después de la función que, en boca de su director se traducían en: ¿Es posible aislar al arte de la política? ¿Se puede hacer un arte apolítico? Es más, en los casos que se ha dado: ¿Cómo es posible que artistas con una sensibilidad exquisita, capaces de crear universos de una belleza sublime sean capaces a su vez de las mayores atrocidades y aberraciones? ¿Qué vale más, la creación de una sinfonía o el sacrificio de vidas humanas?

otra escena de tomar partido de la fundición de sevilla con antonio dechent y roberto quintanaEstas son las interrogantes que Álvarez-Ossorio y el texto de Ronald Harwood despiden como protuberancias solares que al llegar al público ayudan a construir espectadores inteligentes, no como nos viene acostumbrando el cine. la televisión o el teatro comercial actual, cada vez más abundante, en los cuales nos adocenan sobre lo que tenmos que pensar y entender. Todo esto va en detrimento de espectáculos como Tomar partido, teatro serio, teatro para público inteligente. Pero no nos serviría de nada el ejercicio intelectual si no fuéramos capaces de extrapolar estas interrogantes a la situación actual. ¿Debería servir el arte para intentar cambiar el orden de las cosas en una sociedad consumista y descreida de valores fundamentales? ¿Puede el artista vivir de espaldas o ser inmune a lo que se vislumbra al final de este período de crisis múltiples: cultural, de valores, de tiempo, ambiental, económica...?

Si propuestas artísticas como ésta estrenada en el Teatro Cánovas no sirvieran para producir cambios en este sentido, aun siendo pequeños, todas estas interrogantes quedarán en retóricas, y seguirán vagando perdidas por el espacio que separa una neurona de otra.

preciosa escena final de la obra


Teatro La Fundición de Sevilla

cartel de la obraTomar partido (Taking sides)

de Ronald Harwood

Versión en castellano - Pedro Álvarez-Ossorio | Pepa Sarsa
Escenografía y vestuario - Vicente Palacios
Imágenes y ayudantía dirección - Ana Álvarez-Ossorio
Dirección - Pedro Álvarez-Ossorio

Elenco (por orden de aparición):

Comandante Steve Arnold  -  Antonio Dechent
Emmi Straube - Rocío Borrallo
Teniente David Wills  - José Manuel Poga
Rudolf Werner, Müller y Helmuth Rode - Emilio Alonso
Wilhelm Furtwängler -  Roberto Quintana
Otto  - José David Gil


 

Pinchar para ver los últimos artículos del autor

Escribir un comentario


Código de seguridad
Refescar

Teatro y danza - Teatro

una mirada diferente a través de nuestros fotógrafos

 

Videosaludos

Juan Echanove

Nos patrocina


Academia Johana Smith

Turismo Sostenible

Asociación Almijara

Exposiciones de arte temporales

Y además, en Aforo Libre

Publicitarse en Aforo Libre

Tenemos 452 invitados conectado(s)