Tu y yo en el Teatro Echegaray

Dijo el director de cine Alfred Hitchcock que al espectador había que darle el mismo placer que siente cuando despierta de una pesadilla. Así se puede describir la emoción que nos intentan transmitir Manolo Albarracín, Nacho Doña y Juana Escribano en la obra de Vicente Carlos Luque Tú y Yo (Historia Rota de un Vodevil) en el Teatro Echegaray durante el Festival de Teatro de Málaga.

Conozcamos la historia (tóxica) de (des)amor entre Marcos y Julia...

Tú y Yo relata lo que desgraciadamente es muy frecuente, aquellas relaciones amorosas que terminan en desgracia. El público puede pensar que va a encontrarse con otro musical, pero es simplemente una mentirijilla porque esta obra de teatro es mucho más.

Manolo Albarración (Marcos) y Juana Escribano (Julia) nos enseñan durante algo más de una hora una particular historia de amor ¿en los años 50?. Gracias a la colaboración de las compañías Nuevo Teatro Musical (ya presentó en este festivaly Black Sheep Producciones disfrutamos del desparpajo de Manolo Albarración y de las sensacionales coreografías que ha diseñado Juana Escribano. Los dos personajes escenifican su particular química a través de canciones bien entonadas y de unos bailes excepcionales. Incluso en algunos momentos podemos ver destellos del expresionismo alemán (Robert Wiene, Fritz Lang) como  cuando los personajes se transforman en niños y lanzan serias reflexiones al espectador; y del cine negro americano (Alfred Hitchcock, Willy Wilder) como en la sensacional escena final de la estación de tren.

La puesta en escena

En todo momento el piano que ejecuta Nacho Doña es el gran protagonista de la obra, y por tanto pieza central del decorado. Un pequeño mobiliario, probablemente irrelevante aunque no estorba a los actores, completa el escenario.

Del vestuario destacar el ropaje estilo fantasía que usa Juana Escribano, muy trabajado y que evoca al carnaval y al mundo de los sueños. Probablemente el trabajo de vestuario más vistoso que se ha visto en este Festival de Teatro de Málaga.

El trabajo al piano de Nacho Doña (Insostenible Big Band) también magnífico.

En definitiva, un teatro hecho de pequeñas actuaciones y de grandes números musicales, que enseña al público que la frontera entre las risas y la tragedia es muy fina

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