28/03/2015. Teatro Echegaray
Texto: Carlos Mesa | Fotos: web
"Se busca chico de unos 30 años para compartir piso. Imprescindible ser simpático y atractivo, el resto abstenerse. Enviar fotos y datos de contacto".
Esta es la frase desencadenante de Un balcón con vistas, una obra en la que nos sentimos, más que nunca, como espectadores voyeurs que observamos a través de un balcón a unos personajes un tanto peculiares, carismáticos y simpáticos que caen bien, interpretados por Maggie Civantos (Cris), Rubén Martínez (Diego), David Tortosa (Abel) y Cristina Soria (Luna). Una historia escrita y dirigida de una forma ágil y real por Laura Molpeceres.
Al inicio de la representación la historia parece no ser nada del otro mundo, sino otra de las tantas. Y no es una gran equivocación pensar eso. La trama, aunque hilada de una forma original, no tiene nada que no hayamos visto antes. En cambio, y lo que hace que nos enganchemos y no queramos dejar de ver a través de ese balcón, es la peculiaridad de los personajes y la comicidad con la que transcurre la obra. Es una de esas comedias que, sin saber realmente por qué, te encanta. A esto también ayuda una magnífica interpretación profesional, este es el caso del elenco de esta obra.
La escenografía, simple, gusta. Está entre el escenario recargado y el escenario desnudo, con un toque que, al menos a mí, me pareció muy curioso y me gustó, como, por ejemplo, que estuvieran dibujadas en el escenario las puertas de las habitaciones y los límites de la casa como si se tratara de un plano inmobiliario.
Otro de los aspectos a resaltar del texto es su fluidez, permitiendo a la obra, de una hora de duración, que suceda rápida. Por lo que tengo entendido es la primera obra larga de Molpeceres, que cuenta en su haber con cortometrajes, largometrajes (premiados por varias instituciones) y obras de microteatro.
Todo esto mezclado da como resultado una comedia romántica que habla sobre amores y desamores, de desconfianzas y sentimientos que vivimos a diario, con los que el público se siente reflejado y acabando de pie. Como colofón final unas palabras de la directora que sube al escenario para darle la despedida a la actriz Maggie Civantos, que por cuestiones laborales no puede continuar con la gira. La actriz malagueña (por si a alguno se le había pasado) derramó alguna lágrima de agradecimiento ante el público y sus compañeros.
En definitiva, una obra simple pero para recordar.
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