25/01/2014. La Cochera Cabaret.
La Cochera Cabaret ha vuelto a acertar este sábado eligiendo una actuación en directo, fresca y de calidad. donde los dos actores de la escena:David Ordina y Pablo Puyol, sudan la camiseta, literal y metafóricamente, consiguiendo que el público se parta de risa y participe en una trama donde no tiene que participar.
Texto: Rosa Parra Moreno | Fotos: Venidos a menos / sweet
Un diálogo monologado, o un monólogo a dúo, o un musical hablado, o un monologo musical a dos voces, o un concierto teatralizado… no sé como catalogar a este nuevo género inventado por Pablo y David, que es una delirante historieta sobre ellos mismos, donde mezclan ficción y realidad de tal forma que es imposible discriminar en cuál de los dos terrenos se están moviendo en cada momento. Lo que es seguro es que es un gran espectáculo de solo dos actores y varios instrumentos. Cantan letras compuestas por los dos, con música ideada por David, y desarrollan un guión bilateral en que comienzan riéndose de sí mismos y de sus altibajos profesionales, para seguir dando un varapalo a la política, los políticos, la iglesia, los curas, la sociedad y los ciudadanos, creando un círculo vicioso de crítica en el que nadie es inocente si no hace algo por cambiar el sistema.
Aunque como ya he dicho, no es exactamente un concierto, cantan sus propios temas. No bailan, pero hacen su partitura de movimientos, la cual me recordaba un reflejo de lo que Pablo podía llegar a hacer en Upa Dance.
Si David se destapa como un buen compositor, Pablo no le va a la zaga como un gran hombre orquesta: pandereta, maracas, cajón y cualquier cosa que se pueda hacer sonar, y alguna que otra sorpresa. Temas ácidos, políticamente incorrectos, atrevidos, punzantes…, cantados en ritmos diversos: rap, flamenquito, pop, canción popular o cantautor. Ah y las sevillanas finales, que son toda una lección en el arte de llevarse a una chica a la cama.
No es un espectáculo para todos los públicos, utilizan un lenguaje soez, de alto voltaje sexual, e incisiva mente crítico, sin medias tintas, ni sutilezas, a las claras; se nombran personajes “presuntamente” corruptos de nuestro panorama nacional con nombres y apellidos. Un espectáculo muy bestia, pero muy divertido y verídico. No hay espacio para la sonrisa, se pasa directamente a la carcajada brutal, como lo que se cuenta en escena. Hay interrelación con el público y bajan a menudo del escenario buscando la complicidad o provocando el malestar en los espectadores, quienes temen ser el blanco de alguna puya.
Intérpretes: Pablo Puyol y David Ordinas
Música: David Ordinas
Guión y letras canciones: Pablo Puyol y David Ordinas
Dirección: Miguel de Ángel