VIII Festival Internacional de Teatro de Objetos, Títeres y Visual. Teatro Cánovas. 02/06/2012
Texto: Paco Bernal | Fotos: web
Plug, estrenada en Málaga en el marco del VIII Festival Internacional de Teatro con Títeres, Objetos y Visual, es el resultado de una intersección de marionetas, videocreación y tecnología actuales cuyo resultado hace que el trasero se te remueva en la butaca y el pensamiento se aleje por derroteros ajenos a lo que ocurre en el escenario.
El dossier artístico de intenciones elaborado por la compañía señala que “la estructura de Plug debe ser fragmentada, contener una multiplicidad de aberturas.(…)Lo que parece evidente puede devenir ambiguo, lo que parece real puede devenir etéreo”. Y lo cumple: fragmentación, ambigüedad, éter.
La obra parece surgir de una revelación, una frase que se pensó seminal: el hombre enchufado – Plug quiere decir enchufe.
La imagen del hombre moderno inmerso en el cablerío de lo informático y audiovisual. Estupendo punto de partida y sin embargo un espectáculo teatral es algo más, debe ser algo más.
Una obra dramática es además la relación entre el protagonista y el antagonista con el consiguiente conflicto que ahí nace y conlleva una evolución en lucha por sus objetivos diversos. Recordando a Aristóteles y su “Retórica”, que prevalece hasta nuestros días aunque sea para refutarla y reventar su triple regla, premisa aristotélica que mantiene el planteamiento, el nudo y el desenlace como endoesqueleto dramatúrgico.
Y Plug parece olvidarlo. Incluso para refutarlo.
El espectador asiste a un espectáculo al cual no puede incorporarse. Ocurre una cosa, y otra y otra y otra más, pero no sabe por qué. Una búsqueda que una vez planteada ya no avanza o avanza de forma que, como indicaba arriba, los traseros se remueven y las mentes se marchan.
Contribuye también a esta sensación de frialdad, distanciamiento y fatiga la banda sonora, un universo de ruidos, pálpitos y rumores electroestáticos que haría las delicias de los más frikis-fans del mítico programa Metrópolis.
La recepción del respetable, fría, los aplausos hubo que arrancarlos con abrelatas y cortos, plas, plas y para casa. Otra vez será.