Elefantes se reúne después de ocho años separado y publica “su mejor disco”

El grupo barcelonés agota entradas en cinco de sus ocho primeras citas
Se fueron en su mejor momento «después de diez años de carrera, siete discos en el mercado, más de 55 canciones compuestas, muchos conciertos, muchos viajes” y los primeros puestos en las radioformulas. ¿La razón? “Porque, como grupo, ya no teníamos nada más que decir”. Tras su disolución en 2006, los integrantes de Elefantes emprendieron proyectos en solitario. Algunos, como el del cantante y líder de la banda, Shuarma, tuvieron un considerable éxito. Ahora, ocho años después, vuelven con El Rinoceronte, “el mejor disco de su carrera” según la crítica.

Su nuevo trabajo suena más que nunca a Elefantes. Su particular mezcolanza de pop y rock con sonidos típicamente mediterráneos, unido a la característica voz de Shuarma y al tono vitalista de sus discos (que combinan de forma muy particular la oscuridad y la luminosidad), conforman la inconfundible factura del grupo. Esto se ha visto además reforzado por la producción de los reputados Santos & Fluren, que han conseguido por primera vez trasladar a los discos típicamente pop de Elefantes la esencia roquera de los directos de la banda. Directos, que, por cierto, siguen en plena forma, tal y como resumen críticos musicales como Jam Albarracín en titulares como “El grupo regresa con una energía que ya quisieran para sí nueve de cada diez jóvenes grupos”.

Y eso que el grupo ha tenido productores de renombre desde sus humildes principios, en los que se curtieron tocando en lugares tan insospechados como bares de copas, fiestas privadas, cárceles o clubs de alterne.  “Versiones de todo tipo, improvisaciones suicidas: tocar, tocar, tocar", resumen ellos. Bunbury, por ejemplo, les produjo el famosísimo Azul (2000) y fraguó con ellos una fructífera amistad que les permitió telonearlo durante el verano de 2000, y se cristalizó también en el impecable proyecto Bushido (en el que a Shuarma y Bunbury le acompañaban también Carlos Ann y Morti).

Para lanzar Azul, Elefantes ficharon por Hispavox, pero antes de eso habían trabajado con un par de discográficas independientes. Su producto era complicado de vender (y de hecho tardaron siete años en hacerlo): poco indie para el circuito indie, demasiado difícil para el circuito comercial… Algo que ha sido una constante en su carrera: “Todo este rollo del mainstream, del indie, a nosotros nos deja un poco indiferentes porque siempre hemos creído que al final lo más importante es una buena canción. Al principio nos autoproducimos, luego estuvimos en una gran compañía. Siempre hemos estado en el lugar donde creíamos que íbamos a dar a conocer más nuestra música”.

Es evidente que eso ha sucedido, pues de las ocho primeras fechas de su nueva gira, cinco han agotado las entradas en tiempo record. De hecho, para que nadie se quede sin verlos, poseen citas repetidas en Madrid, Barcelona y Zaragoza ¡todas agotadas! También tocarán en el multitudinario festival Arenal Sound, y en el Sonorama, donde ya han confirmado que harán un cameo en el escenario con el mítico Raphael. Y próximamente, repetirán en Estados Unidos y México. Pero antes, concretamente el viernes 24 de abril, pararán por la Sala Eventual para deleitar a sus fans con un esperado concierto de regreso en Málaga, casi una década después del último.

Sala Eventual
3 euros anticipadas,16 en taquilla.
Las entradas están a la venta en Discos Candilejas (Santa Lucía 9) Modernícolas Bar (Nosquera 15), y Ticketea, https://www.ticketea.com/elefantes-en-concierto/

Polígono Ind. San Luís. C/Cuernavaca, 23, Málaga