Texto: Ángel Becerra | Fotos: Archivo de Carina Linares
El pasado viernes 12 de enero, Hevia pasó por Sevilla para abrir el recién nacido Festival Folkquivir y de paso brindarnos a todos los que asistimos a su concierto una noche inolvidable. Completarían el festival las noches siguientes La Banda Morisca y Eliseo Parra en sendas noches llenas de música y magia.
Fue este concierto de Hevia en Sevilla un pequeño paréntesis mientras prepara el lanzamiento de su próximo disco Al Son del Indianu donde se lleva la gaita asturiana al otro lado del Atlántico para recoger parte del legado que la inmigración asturiana dejó en América.
Agradecer a Hevia el tiempo que se tomó con nosotros, sabiendo que el concierto termino tarde y a la mañana siguiente tenía que salir a las 6 de la mañana rumbo a Asturias donde colaboraría con la Banda de Gaitas de Gijón.
Aforo Libre: Para romper el hielo noss gustaría saber cómo es la experiencia de tocar en el Concierto de Navidad en el Vaticano.
Hevia: Era la cuarta vez que tocábamos en el “Concerto di Natale”, tocamos con tres Papas distintos y parece que cambia el Papa pero el gaitero sigue siendo el mismo… aquello es siempre una experiencia muy fuerte y enriquecedora, es un concierto muy importante que se retransmite para toda Italia y vía internet se puede ver en todo el mundo la noche del 24 de diciembre. Pero esa experiencia de que te reciba la guardia suiza, la audiencia privada, la cena de gala tras el concierto, es una experiencia glamurosa y uno va allí solamente con una gaita.
A.L.: ¿Y qué se siente cuando el Papa Francisco rompe el protocolo para agradeceros que hayáis tocado un tango con la gaita?
H.: Da la impresión que es muy buen paisano. Siempre ves en los medios que da una impresión como más cercana al pueblo y con una mentalidad más abierta y siempre te queda la duda si es una política de imagen, pero cuando lo tienes frente a ti te das cuenta que nada de eso. Es que es buen paisano.
A.L.: Cambiando de tercio, me decían algunos amigos asturianos que la gaita asturiana entrará a partir del próximo curso en el conservatorio superior. ¿Qué opinas de esa noticia?
H.: Que ya era hora que la realidad política hiciera caso a la realidad social, y que no solo este la gaita en el grado medio sino que pueda llegar a haber catedráticos de la gaita asturiana.
A.L.: ¿Crees que llega tarde esta medida?
H.: No, cada tierra es una realidad, en Galicia hace años que está en el conservatorio, y por ejemplo en el sur de Italia no. Los asturianos llevamos nuestro paso.
A.L.: Dentro de poco vas a sacar tu nuevo disco y según lo que se va oyendo en las redes sociales será una propuesta innovadora al mezclar la gaita con la música latinoamericana. ¿Van por ahí los tiros?
H.: Bueno, tocar una rumba, o un tango con gaita no es una cosa de hoy. Ya lo hacían antiguamente, parece que lo hemos dejado por que no es auténtico, pero si fuera así en Asturias no tocaríamos fandangos que vienen del sur, muñeiras que vienen del oeste, ni polkas por que vinieron del este. A mí me apetecía en estos momentos sacar este disco y así lo he hecho.
A.L.: ¿Crees que antiguamente los gaiteros tenían más libertad para tocar?
H.: Lo que pasa que en los años veinte había una mentalidad mucho más abierta y moderna que ahora, porque ese sentimiento que a veces se puede tener de purismo y tradicionalismo no existía.
A.L.: En las redes sociales, estas dejando minidocumentales, que nos explican como este disco es fruto de una laboriosa investigación en Latinoamérica. ¿Cuál ha sido el hallazgo más curioso con el que te has encontrado?
H.: Lo más curioso es como se puede perder una historia en pocas décadas. Como podemos olvidar que el 33% de la población cubana era asturiana en 1927, estamos hablando de que la tercera parte de los cubanos era de origen asturiano. O por ejemplo, otra cosa que parece que se ha olvidado es que Ignacio Piñeiro un asturiano de segunda generación es el padre de la salsa cubana.
A.L.: ¿Debe haber lazos muy fuertes entre Cuba y Asturias?
H.: Imagínate la cantidad de descendientes de asturianos que hay en Cuba, pero es que Asturias sin Cuba tampoco sería tal como la conocemos.
A.L.: ¿Cantes de Ida y Vuelta como en el Flamenco?
H.: Algo así.
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