Sep 26 2013

La nota de Blake de Ery Nizar. A Telón Cerrado.

A Telón Cerrado nos sitúa una vez más ante una incógnita teatral, pero esta vez ya resuelta y sabida históricamente, por lo que el público solo debe hacer examen crítico de conciencia y desde la perspectiva que da el tiempo transcurrido identificarse con uno u otro personaje.

Texto: Rosa Mª Parra | Fotos: Federico Martínez

Teatro Echegaray. 22/09/2013.

Una noche metafórica, irónica y literalmente carnavalesca. La noche antes del estallido de la guerra civil española en un pueblo cualquiera de la geografía de nuestro país, 5 personajes disfrazados se disponen a pasar  una fiesta de carnaval, en la que los malentendidos, la farsa, la violencia, la fullería y la necedad a partes iguales jugarán su papel: Dos payasos (el cura y el maestro de geografía), el maestro de primaria (el Naranjito, disfrazado de zorro), su esposa de este (la Cabarete), y la hermana del primero (la Maña, disfrazada de gánster) llevarán a cabo su peculiar baile de máscaras sin fin, en el que nadie es lo que parece.

La nota de Blake  de Ery Nizar. A Telón Cerrado.La historia se desenvuelve con humor, agresividad, sorpresas y fatalidad. Al final se transmite  un canto a la esperanza, con un final revelador de lo que debe ser el encuentro entre seres humanos una vez desposeídos del orgullo y la prepotencia que ocasiona nuestra encarnadura vital.

El tema de la guerra civil española es un tema recurrente tanto en nuestra literatura como en nuestra filmografía, por lo tanto cualquier revisión que se haga de él tiene que tener a la fuerza una evocación repetitiva que contiene, según la obra de la que se trate en tantos por cientos desiguales, una parte tópica y otra original o de perspectiva personal del autor o autora. Sobre el lado que se incline la balanza dependerá de cada espectador/a y de su propio conocimiento/desconocimiento de dicho tema.

Lo más manido, pero no por ello menos real ni sangrante, es la guerra entre hermanos, que aquí se sitúa entre dos hermanos sanguíneos de padre y madre que se guardan rencillas familiares sin aclarar. La falta de diálogo siempre aparece en primer término cuando de una guerra se trata.  La Maña, disfrazada de gánster  no se había desenmascarado ante su hermano hasta esa noche y había dejado que él la creyera afín políticamente. Y aquí nos encontramos con la peculiar visión del autor: ¿qué es políticamente afín? A lo largo de la obra se demuestra que los partidos políticos se forma más por conveniencias que por ideologías filosóficas o políticas. Incluso el sentimiento religioso se desenmascara aquí como algo postizo, de pega, cogido al azar para dar seña de identidad a un bando, pero no es una religiosidad intelectualizada ni emocional, ya que ni el mismo cura recuerda fragmentos muy significativos de la biblia, que en cambio la Cabarete, que se declara atea, conoce muy bien.

La nota de Blake  de Ery Nizar. A Telón Cerrado.Se hace una revisión actualizada, sobre todo en el lenguaje y en el vocabulario empleado, de la inutilidad del enfrentamiento armado, de la irracionalidad de dos bandos que se enfrentan precisamente por llevar la razón. La mezcolanza de lo religioso, la moralidad, la misoginia, la parcialidad, los convencionalismos, los prejuicios, la vecindad, las relaciones personales y la afectividad, en algo que se supone meramente político, nos sumerge en el inconsciente colectivo y en la poca transparencia de las afinidades, así como en el laberíntico mundo de la ideología cimentada no por convencimiento personal, si no por seguimiento social o marca de clase.

La originalidad de esta obra reside en localizar el germen del problema del conflicto en una fiesta de carnaval donde nadie es lo que parece y el disfraz es el soberano. Todos los personajes van disfrazados literalmente, pues de una mascarada se trata, pero además también aparecen disfrazados debajo de su disfraz, y debajo de debajo de su disfraz, en múltiples capas que igual que las de la cebollas escuece a los ojos según se van desprendiendo.

La carcajada siniestra sale muchas veces de las bocas de los personajes, un ruido más aterrador que el sonido que en la contienda producirán las sirenas de aviso de bomba;, porque en cada una de esas carcajadas estalla un misil: el engaño, la lujuria, la falsa apariencia, la fullería, el odio, la envidia, la mediocridad, el prejuicio, la hipocresía, el dogmatismo, la falta de ilustración, la falta de criterio, la falta de humanidad, el desprecio, la ira…

La nota de Blake  de Ery Nizar. A Telón Cerrado.Ya la escenografía, tan minimalista como acertada, nos sitúa ante una cultura empaquetada en cajas de libros que están a la espera de ser sacados y leídos, pero que durante toda la representación están encarcelados esperando ser puestos en libertad. Solo se leen fragmentos de una vieja biblia cuya interpretación y comprensión lectora deja mucho que desear, precisamente por quién tendría que avalar y defender esas letras: el cura. Un cura disfrazado de payaso que es lo que es. Por tanto la filosofía, la psicología, la literatura y el arte aparecen ya sepultados como permanecerán después durante toda la guerra y la posguerra, vigilados de cerca por los secuaces del bando vencedor que nunca se han dejado impregnar por ellos.

El bando nacional o fascista está representado por dos payasos: un cura cobarde y abusón, con la lujuria bailándole en los zapatones, ya que no sabe situarla en su centro. Un maestro tipo tradicional que en vez de dar paso a la cultura y la educación, la boicotea porque él mismo no está investido de ella.

El bando republicano está representado por una cabaretera que oculta un alma delicada, culta, con criterio propio y valiente. Un zorro que enmascarado pretende hacer valer sus ideas.

La última máscara es la más vil de todas: una mafiosa que se va al bando del mejor postor sea de la ideología que sea y tenga la idiosincrasia que tenga. La mercenaria tipo que aparece en todas las guerra, que hace ganancia con el sufrimiento ajeno. Lleva pistolas ocultas que disparan por la espalda deshonestidad y rencor.

Estos son los tipos humanos que el autor, Ery Nizar, ve en una contienda. Pueden haber más u otros diferentes, pero son los que él ha elegido para traspasarnos sus posturas.

Me ha chocado el lenguaje tan light del cura y del maestro represor, cuando considero que habrían sido más creíbles y más siniestros empleando el vocabulario añejo que los definía y que tantos estragos ha ocasionado a lo largo de 40 años de dictadura: dogmático, paternalista, opaco, referencial moralista y pseudoreligioso.

La nota de Blake  de Ery Nizar. A Telón Cerrado.


A Telón Cerrado

La Nota de Blake

Autor: Ery Nizar

Dirección: Maite Serrano

Intérpretes: Laura Vil, Mara Guil, Steven Lance, Miguel Garnú y José Vera Nicart

Música original: Miguel Ángel Barba

Vestuario: Sonia Roselló

Iluminación: Ery Nizár

Una producción de A Telón Cerrado, La Cochera Cabaret y Teatro Echegaray


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