Teatro Cánovas. 10/03/2013.
El intento de guión cinematográfico de Lorca durante su estancia en New York
Texto: Rosa Parra Moreno | Fotos: Web compañía
Lorca, después de ver Un perro andaluz de Luís Buñuel, se sintió motivado para escribir historias de cine, y lo hizo siguiendo el estilo de esta genial obra.
Pertenecía a ese grupo cultural y activo que se conoció en la Residencia de Estudiantes de Madrid, mientras todos ellos estudiaban diversas carreras universitarias, y al que también pertenecían Dalí, María Zambrano, Alberti y el citado director de cine.
La obra es fiel a ese estilo surrealista que en esos momentos fascinaba al grupo de artistas multidiciplinares al que se sentía tan unido por lazos de amistad. Sin embargo la acogida de su idea no fue muy entusiasta, por parte del resto, aun no sabemos si por intereses bastardos o puramente artísticos. El caso es que la obra no se estrenó y ahora la ha recuperado producciones Imperdibles para representarla en teatro.
El escenario es como un lienzo blanco, al que dan relieve con cubos de diferentes tamaños sobre, sobre el que se proyectan imágenes que se interrelacionan con los actores y actrices de la escena.
He captado fragmentos de obras anteriores suyas, como “Poeta en Nueva YorK”, “Así que pasen cinco años” “El Público” que son los referentes más herméticos, de su literatura y dramaturgia. Sin embargo la mayoría de los símbolos de esos fragmentos, ya que no se pueden considerar como un guión al uso, porque son frases o versos aislados, que no siguen una lógica conexa, contienen el universo lorquiano y su preocupación por el deseo, el sexo, el papel discriminatorio de la mujer, del que tan consciente era, las relaciones personales.
Se mezclan arquetipos como el arlequín, el hombre de las venas, las mujeres de negro riguroso o luto, el cabello femenino, la feminidad masculina…
Es una propuesta muy visual, que evoca sensaciones, intuiciones, sentimientos, con un movimiento escénico que tira de la danza y de la expresión corporal como acento al lenguaje, a veces repetitivo y siempre evocador de palabras significativas para el autor, nuestro poeta malogrado: “..es lo que tiene ser mujer…” “..sangre por las venas…” “…muerto”
Esta estilización mediante la danza y el movimiento, hacen que tanto la palabra, como el contenido pierdan violencia, a pesar de lo que se muestra a veces sea cruel y lo que se diga sea pesaroso. El hecho de que en muchos momentos de la obra los personajes se alejen convirtiéndose en narradores origina el alejamiento del público que oscila entre la entrega y la simple observación. Se percibe un extrañamiento, potenciado también por el hecho de que en escena hay constantemente una orquesta tocando en vivo, la cual coarta cualquier intención realista y te aleja de lo que ocurre en escena. En un momento dado la música y los músicos adquieren todo el protagonismo ocupando el centro del escenario y sonando como único diálogo, sin más personajes en él.
Otros símbolos lorquianos como la sangre están representados por los focos (el color rojo de las luces de escena), adquiriendo la luminotecnia un marcado acento en las sensaciones que la compañía quiere provocar en el espectador. El blanco, asepsia, sirve como separación entre las diferentes escenas o cuadros.
En resumen, una versión digna y atrayente de una propuesta de Lorca que no coincide con su dramaturgia habitual, puesto que fue pensada para el cine. Una hora de espectáculo que sirve para desconectar imbuidos del ritmo, las candencias del movimiento depurado de los bailarines y la dicción artificial y remarcada de la actriz y del actor que juegan con el movimiento, el sonido y la significación. Los cuales a veces se contraponen o entrelazan con los bailarines. Es una obra para disfrutar viendo, oyendo, no analizando, dejándose llevar por olas de sensaciones que se superponen unas a otras con diferentes intensidades, intenciones y estímulos, generados por los intérpretes y la tecnología.
Ver crítica anterior de Los 7 peca2 capitales de Producciones Imperdibles.
Inspirado en el guión cinematográfico de Federico García Lorca
Intérpretes: Eva Gallego, Juanfra Juarez, Lucia Vazquez y Juan Melchor
Músicos en Directo: Jose María Roca, Jose Pipió y David Ruiz García
Técnico - Realizador de vídeos en directo: Sergio Collantes
Realización, foto y mezcla de video: José María Roca
Música original y espacio sonoro: José María Roca / Depipió
Dirección técnica: José Pipió
Iluminación y video: Sergio Collantes
Sonido: Fernando Reyes
Vestuario: Mai Canto
Produccion y comunicacion: Silvana Redivo
Diseño espacio escénico: José María Roca
Dirección y dramaturgia: Gema López
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