Nov 20 2023

Orquesta Filarmónica de Málaga, Pablo Mielgo, Rafael Aguirre, Teatro Cervantes. 16-11-2023. Teatro Cervantes. Temporada Clásica 2023-2024.

Texto: Jaume Azara | Fotos: ©Christian Debus y promocionales

Concierto número 4 del programa de abono de la Filarmónica de Málaga de esta temporada, en el que se programó a dos compositores españoles y uno ruso, a cargo de Pablo Mielgo, director de orquesta madrileño que ha trabajado junto a nombres de la talla de Daniel Barenboim y Claudio Abbado, y que ha dirigido conciertos en muchos de los grandes teatros de Europa y América.

Para empezar la noche, la obertura de Los esclavos felices, ópera en dos actos del bilbaíno Juan Crisóstomo de Arriaga, que compuso en 1820 a la increíble edad de 13 años, y de la que solo se conserva esta parte de la obra. En poco más de siete minutos, se demuestra el potencial artístico y la genialidad musical que tuvo este autor y que, de no haber sido por su muerte prematura, como tantas veces se ha dicho, quién sabe lo que nos podría haber ofrecido. Y es que los mártires no solo existen en el imaginario del rock…

Con unas melodías frescas y enérgicas, la Orquesta Filarmónica de Málaga destapaba el concierto con esta pieza que debe ser todo un disfrute interpretar por la vivacidad de la orquestación y que recuerda al Mozart más descarado.

Orquesta Filarmónica de Málaga, Pablo Mielgo, Rafael Aguirre, Teatro Cervantes. Tras la obra de Arriaga, entraría en escena uno de los protagonistas de la noche: el guitarrista malagueño Rafael Aguirre, reconocido internacionalmente por su virtuosismo y habilidad técnica, para interpretar el concierto Fantasía para un gentilhombre del maestro Joaquín Rodrigo con un aplomo y delicadeza que asombraron al patio de butacas. Basada en seis danzas para guitarra solista del compositor del siglo XVII Gaspar Sanz, según palabras del compositor valenciano, con estos arreglos se propuso "entroncar el tiempo viejo y nuevo". Con una pasmosa pericia, el artista local iba desarrollando el tema, dando la réplica a las flautas, oboes y la sección de viento-madera, mientras desplegaba toda su técnica al servicio de una obra con resonancias puramente castizas y populares. Desde los pasajes más recogidos del ricercare hasta los acordes más vivos del allegro con brio de La danza de las hachas, parafraseando el propósito de Joaquín Rodrigo para esta obra, Rafael Aguirre trazó a la perfección un hilo entre el siglo XVII y el siglo XXI.

El intérprete arrancó una gran ovación del público y nos ofreció dos bises. El primero, un Preludio de Chopin que, con la sonoridad de la guitarra, y haciendo un ejercicio de transversalidad temporal y estilística, me recordó en algunos compases al Ry Cooder de París-Texas. Como segundo bis, un arreglo de El oboe de Gabriel, una pieza que compuso Ennio Morricone para la banda sonora de La misión y que emocionó al auditorio con su encantadora melodía.

Tras el descanso, en la segunda parte del programa nos esperaban un cúmulo de emociones con la apasionada interpretación que realizó el director Pablo Mielgo de la Sinfonía n. 5 en mi menor, Op. 64, obra compuesta en 1888 por Piotr Ilich Tchaikovsky, y que llevó al auditorio por un viaje emocional.

Orquesta Filarmónica de Málaga, Pablo Mielgo, Rafael Aguirre, Teatro Cervantes. El director supo repartir el protagonismo entre las diferentes secciones de la orquesta a medida que se sucedían los movimientos de esta magistral obra. Desde el brillo y la potencia de los metales a unos pasajes más líricos y sosegados de las maderas, el conjunto resultó muy compacto, combinándolo y resaltando en todo momento la variedad de impresiones dramáticas que aporta esta obra.

Sobrecogedor el segundo movimiento, con un conmovedor acompañamiento de las cuerdas a la melodía de la trompa, impregnado de belleza, que fue dando paso al tema central de la sinfonía, que se va desarrollando y aumentando en intensidad.

Tras el amable vals del tercer movimiento, en el que el público retomó el aliento y se pudo relajar de nuevo en sus asientos, llegó la apoteosis. El cuarto movimiento exigió la máxima intensidad y energía de toda la orquesta, y así lo sintió el público, que quedó extasiado ante el grado de exaltación con el que Pablo Mielgo condujo a los músicos. Un final excelente para una sinfonía que es toda una experiencia emocional, cuyos últimos minutos son increíblemente intensos y que dejaron al director y a la orquesta extenuados en su esfuerzo, y al público realmente impresionado. Así pues, ovación larga y merecida para una exquisita interpretación.

En definitiva, una velada llena de contrastes y un estupendo concierto en el que la OFM, Pablo Mielgo y Rafael Arriaga ofrecieron una sobresaliente maestría y se entregaron a fondo, dejando al público eufórico.


Orquesta Filarmónica de Málaga, Pablo Mielgo, Rafael Aguirre, Teatro Cervantes.

J.C. de Arriaga, J. Rodrigo, P.I. Tchaikovsky

Director Pablo Mielgo

Los esclavos felices (Obertura), Juan Crisóstomo de Arriaga
Fantasía para un gentilhombre, Joaquín Rodrigo
Rafael Aguirre guitarra
– –
Sinfonía nº5 en mi menor, Op.64, Piotr Ilich Tchaikovsky

1.45 h (c/i)




 

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