Sala Maynake. 07/04/2013.
Un suicidio rebosante de vida. EspectacularTexto: Manuel Torres Fernández | Fotos: Web de la compañía.
El Suicidio del Ángel aborda la temática de la libertad para amar y ser amado a través de dos universitarios, Aisha (María Benítez) e Ilan (Pape Labraca) que, como si de Capuleto y Montesco se trataran, encarnan un romance señalado por el dedo acusador del eterno conflicto árabe-israelí. El muro que separa estas dos culturas, es el mismo que se levanta en la cabeza de Ilan, atormentándolo hasta la esquizofrenia y obstaculizando el amor entre los jóvenes.
Bajo este argumento pivotará toda la trama, y haciendo un ejercicio de sensibilidad descubriremos nuestro propio universo reflejado en el de los protagonistas que deambulan entre la espera, el amor, la enfermedad, la muerte, la libertad y la banalidad.
Con este fondo la directora coreana Eun Kang ha puesto en pie un texto inspirado en hechos reales de la joven dramaturga malagueña Aurora Mateos considerada como una de las voces emergentes más importantes del teatro español por estudios recientes de la Revista Estreno (EEUU) y la Universidad Autónoma de México.
La propuesta de Eun Kang y su compañía Mu Teatro es ganadora del VIII Premio de Teatro Martín Recuerda, y fusiona exquisitamente un texto realista, con un lenguaje corporal onírico que recrea el conflicto interior del personaje de Ilan mediante imágenes simbólicas muy potentes. El teatro y la danza se integran el uno con el otro al igual que lo hacen realidad y ficción. La locura de Ilan se mimetiza a través de los personajes de dos soldados (Simón Ramos y Elena Casanueva), y sus acciones van ligadas al estado del protagonista. La escasa escenografía consistente en cuatro sillas y varias almohadas de plumas, se emplea con eficacia y da mucho juego a la hora de generar la atmósfera angustiante de la historia. Es una escenografía viva, plástica, que se transforma y muta, y sirve como elemento rítmico.
El Suicidio del Ángel bebe de muchas fuentes, y podemos ver en él trazas de teatro oriental, realismo o elementos grotescos.
La interpretación de los actores es sublime, robusta, rebosa de sensibilidad y de matices, y regala unos momentos de tal emoción que hacen escapar más de una lágrima al respetable. Desde el minuto uno, el clima de angustia se traslada al patio de butacas, y un sentimiento de fraternidad y de auto reconocimiento se instala en el espectador hasta el final del espectáculo.
La compañía trabaja duro, y eso se nota. Dice Eun Kang: «Siempre trabajo con los mismos intérpretes. Ensayamos muy duro durante meses para conseguir las expresiones que buscamos, porque el cuerpo, el movimiento, tiene un papel fundamental en mis obras».
Todos los detalles están muy bien cuidados, y ni la limitación de espacio que la sala impone hizo mella en la propuesta.
Afortunadamente El Suicidio del Ángel estará en cartel en la Sala Maynake todos los sábados y domingos del mes de abril a las 20:00 horas. Y digo afortunadamente porque salir de un espectáculo con el sentimiento de que algún muro se te ha movido por dentro, y querer seguir aprendiendo de este maravilloso arte es para mí lo máximo que puedo pedir como espectador, y eso… eso debe ser compartido. Soberbio.
Mu Teatro
Autora: Aurora Mateos
Intérpretes: Pape Labraca, María Benítez, Simón Ramos y Elena Casanueva
Coreografía: Vanessa López
Música: Hogeun Lee
Dirección: Eun Kang
Producción: Antonio Doménech
Iluminación: Pablo Lomba
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