Auditorio de la Diputación de Málaga, 05/10/2012
La Filarmónica frente al marTexto y fotos: Alfonso Urdiain Hermoso de Mendoza
Brillante concierto de la Filarmónica en el Auditorio frente al mar, en el que triunfó una jovencísima promesa del piano, Juan Pérez Floristán.
El singular edificio de la Diputación de Málaga esconde un pequeño tesoro acústico, su auditorio. Es un amplio salón de usos múltiples con un graderío en un pronunciado ángulo que permite una perfecta visión y buena escucha prácticamente desde cualquier asiento. Paneles lisos de madera -sin tratamiento refractario y poco absorventes- forran todas las paredes hasta el techo, resultando un sonido muy vivo. Pese a la escasez de tratamiento acústico, posiblemente sea la mejor sala en Málaga para una filarmónica completa, superando con creces las limitaciones del Cervantes, aunque, obviamente, lejos de un auditorio dedicado.
En esta pequeña joya de volúmenes puros a pié de playa, obra del arquitecto Luis Machuca, se dan cita los cuatro conciertos que componen el novedoso ciclo “La Filarmónica frente al mar” que pretende acercar la música a todos los ciudadanos, especialmente a los nuevos públicos. Todos los conciertos tienen un programa de obras muy atractivo y accesible, y unos precios simbólicos.
Abrió la velada la obertura de El sueño de una noche de verano, compuesta a los 17 años por Mendelssohn en tan solo un mes y se ha convertido en una de sus partituras más populares. Sus doce minutos son un “chorreo de juventud”, tal y cómo afirmó Schumann. 
La orquesta se sintió cómoda desde el primer momento en el concierto y nos deleitó con una perfecta y expresiva ejecución bajo la joven y segura batuta del valenciano Rubén Gimeno, una de las revelaciones de la noche.
Los 17 años de Mendessohn dieron paso a los 19 del pianista sevillano Juan Pérez Floristán en el concierto nº1 para piano y orquesta de Prokofiev, en el que Juan pudo plasmar su vitalidad e ímpetu sobre los enérgicos pasajes rítmicos y efectos de percusión de esta sobresaliente partitura del siglo XX. Floristán estuvo sensacional en este breve concierto -de apenas 15 minutos- y consiguió enfervorizar al público que rompió en profusos aplausos en pie, que fueron correspondidos por dos bises.
Este extraordinario pianista ha sido todo un descubrimiento y estaremos encantados de seguir su trayectoria, que se une a la estela de excelentes pianistas andaluces, mundialmente reconocidos, que esta dejando Javier Perianes.
La segunda parte de la velada comenzó con una selección de movimientos de Peer Gynt del compositor noruego Edward Grieg -en concreto escuchamos tres movimientos de la suite nº 1 y uno, Danza Árabe, de la nº 2- en los que una orquesta ya entregada nos traslado a una mañana al norte de marruecos, donde se desarrolla la acción de esta maravillosa y colorista música para escena.
El poema sinfónico Los Preludios de List fue el encargado de cerrar la noche en una soberbia interpretación. “Nuestra vida ¿es otra cosa que una serie de Preludios a ese canto desconocido del que la muerte es la primera y solemne nota?…” así condensó el compositor la obra, y la Filarmónica logro trasmitírnoslo a lo largo de la sucesión de preludios musicales de la partitura.
Algo más de medio aforo que terminó encantado con tan motivante concierto, aplaudiendo en pie buena parte del respetable. Resulta difícil entender que la sala no presentara un lleno completo.
La próxima cita de este interesante ciclo será el próximo 16 de noviembre, no se la pierdan.
Orquesta Filarmónica de Málaga
Director Rubén Gimeno / Piano Juan Pérez Floristán
Felix Mendelssohn, Obertura de El sueño de una noche de verano, op. 21
Sergei Prokofiev, Concierto nº 1 para piano y orquesta en Re bemol mayor, op. 10
Edvard Grieg, Peer Gynt (Suite nº 1 y nº 2: selección)
Franz Liszt, Los preludios
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